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“Nosotros nos estamos haciendo cargo de lo que el Estado debería hacerse cargo, de la primera infancia, haciendo una atención integral. Cerramos dos salas, eso equivale a 40 niños de seis meses”, manifestó Alicia Mongelós, encargada de la Fundación Casa Cuna, en relación al recorte presupuestario que sufrieron por parte del Estado.
En 2012, el hogar recibía G. 1.200 millones anuales, pero desde la asunción de Horacio Cartes como Presidente, el monto disminuyó a G. 700 millones y este año solo recibirán G. 500 millones, es decir, durante su Gobierno hubo una disminución superior al 50%.
Casa Cuna, que atiende a menores de seis a dos años, cuenta con cuatro sucursales y en total reciben a 400 niños que viven en la pobreza y la extrema pobreza. Alicia Mongelós comentó que la sala que debieron cerrar tenía costos muy elevados como la leche en fórmula y los pañales, además de requerir una mayor cantidad de gente para atender a los bebés.
Estimó que en cada niño se invierte mensualmente alrededor de G. 750.000, lo que equivale a G. 300 millones mensuales en total, teniendo en cuenta la cantidad de menores que reciben. Acotó que hay un cobro de arancel a los padres de valor simbólico, puesto que aquellos que viven en pobreza pagan G. 50.000 y en extrema pobreza G. 35.000 cada mes.
Para que los menores sean admitidos a la fundación se realiza una fiscalización de la situación en las que viven las familias. Muchos de los niños provienen de los bañados y del barrio Ricardo Brugada de Asunción, más conocido como la Chacarita.
Confirmó que, además de los 40 pequeños que quedaron sin sala de lactancia, hay otros 180 niños en la lista de espera que ya no pueden ser recibidos por falta de dinero para asistirlos.
Finalmente, lamentó la extrema burocracia existente para el cobro de ese dinero que el Estado dona al hogar, razón por la cual en lo que va del año todavía no recibieron ni un guaraní de lo presupuestado.