'No recibí soborno alguno'

Una de las funcionarias del Poder Judicial sumariadas luego de que un acusado por narcotráfico pagara un supuesto soborno a su entrada al Palacio de Justicia aseguró que ella nunca recibió monto alguno y que no denunció el hecho porque ahí estaba su jefe.

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María Soledad Flores Sosa es una de los tres funcionarios del Poder Judicial sumariados luego de que un video del circuito cerrado captara el momento en el que uno de los procesados junto con Tomás Rojas Cañete “Tomas’i” dejara dinero sobre una mesa, como un supuesto soborno, a su llegada para el juicio que afrontan por narcotráfico.

La filmación muestra cuando el procesado, en presencia de otros enjuiciados, agentes de la Senad y guardiacárceles, mete la mano en el bolsillo de la campera, saca un fajo de billetes, del cual extrae varios y pone sobre el escritorio de los funcionarios judiciales, encargados de controlar a los reclusos que ingresan al Poder Judicial de Asunción.

“Yo quiero desmentir la acusación de que hace tiempo nos manejábamos de esta manera”, comenzó diciendo Flores Sosa en conversación con diferentes medios de comunicación este viernes. Aseguró que ella cumple el papel de recepcionista y que su función es recibir y dirigir a cada detenido a la sala en que se realizará el juicio, informó la periodista de ABC Color Perla Silguero.

Manifestó además que en la filmación del circuito cerrado se observa que no se mueve de su lugar sino hasta su hora de salida y que también se observa que en el lugar se encontraba el encargado de retenes, Oliver Aquino, al momento en el que se produjo la situación.

“A mí me salpican nomás por el hecho de estar ahí. De ese mismo lugar me robaron un celular y nadie dio eco, no se elevó ningún informe”, manifestó para luego desmentir que haya recibido dinero alguno. “Nunca recibí ningún soborno, propina. Yo vi todo ese movimiento tan rápido y no entendí lo que pasó. Ni siquiera vi que fuera plata, menos el monto, después nomás vinieron a contar”, aseveró.

Afirmó que en esa zona de retén nunca se dio privilegios a ningún procesado y que de hecho tampoco escuchó que se haya pedido alguna vez. En contradicción con lo que dijo un poco antes, reconoció que vio el momento en que Ángel Tranquilino Giménez sacó un fajo de billete y comenzó a contar y aseguró que el hombre en ningún momento habló mientras hacía eso.

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