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Los food parks son terrenos donde varios comercios gastronómicos ofrecen una variedad de propuestas, algo que para algunos vecinos es visto como una actividad que puede alterar la vida normal en los barrios residenciales.
“Nosotros somos representantes de la zona AR2B, según el plan regulador. En esa zonas no pueden habilitarse ese tipo de emprendimientos o actividades. Lo único que venimos a exigir acá es el respeto a la ley”, indicó Liza Velázquez, una de las vecinas del barrio Recoleta, al concejal Daniel Centurión en la Junta Municipal. Específicamente estos vecinos se oponen a un local en construcción en Charles de Gaulle y Las Palmeras.
Los manifestantes solicitaron participar de la reunión de la comisión de Legislación que estudia el tema. Días atrás justamente se había presentado un proyecto de ordenanza municipal para establecer reglas para este tipo de negocios.
Entre ellos, por ejemplo, se plantea la exigencia de que cada carro tenga su propio sistema de lavado para higienizar y que estén conectados al sistema de desagüe cloacal y no fluvial. También se debe establecer una cantidad de baños para los clientes.
Al respecto, Centurión indicó que permitirá a los vecinos participar de la reunión de la comisión y las regulaciones que plantean para los lugares que se encuentren en zonas habilitadas. Otro aspecto cuestionado son las medidas de seguridad como de control de incendios y otros.
Por su parte, Alejandro Mendieta, locatario de uno de los food parks o parques gastronómicos, indicó que ellos no están en la zona prohibida de disputa, pero si están buscando una regulación acorde al tipo de actividad comercial que realizan.
“Nosotros somos algo mixto entre un restaurant, un patio de comidas y con vehículos de comida ambulantes, entonces no hay hasta ahora una reglamentación que nos encuadre como food parks. Desde entonces estamos persiguiendo eso”, subrayó.
“Tenemos agua corriente, tenemos desagüe cloacal, lo que si tenemos que llevar las normas municipales de manejo de alimentos, así como de la INAN a los food parks, porque nosotros no tenemos una cocina propiamente dicha, trabajamos dentro de nuestros carritos, no podés pedir techo o paredes de azulejo”, remarcó.
Los mismos presentaron una propuesta de regulación, basada en regulaciones de países de la región donde existe este tipo de comercio.