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Monseñor Claudio Giménez, obispo de Caacupé, dirigió su mensaje central contra los masones, la corrupción y la narcopolítica. En un momento, el religioso se refirió específicamente a la corrupción en la justicia, ocasión en que lamentó que jueces reciban “pagos de dudoso origen” para fallar hacia un sector.
Al respecto, Javier Díaz Verón, fiscal general del Estado, aclaró que el mensaje iba dirigido particularmente a los jueces, aunque posteriormente indicó que “nosotros como Ministerio Público agarramos ese mensaje y eso va a significar un mayor compromiso, un mayor control a los agentes”.
Sobre los nexos de políticos con narcos, aseguró que el compromiso central de la institución actualmente es la lucha contra este flagelo. “Siempre para nosotros es un desafío la lucha contra el narcotráfico; el narcotráfico para nosotros es un desafío grande”, sostuvo al ser abordado por varios periodistas a su salida de la explanada de la basílica, tras el término de la celebración religiosa.
El alto funcionario prometió que la lucha se encarará con mayor fuerza a partir de las publicaciones periodísticas sobre parlamentarios aparentemente vinculados a los mafiosos. “Esta lucha la tomamos en serio y lo vamos a seguir haciendo”, aseveró.
Garantizó que si es necesario imputar autoridades, se las imputará. “Sea quien sea, incluyendo los tres poderes del Estado, pagarán cuentas ante la justicia”, manifestó el fiscal general.
Reconoció que “la sociedad necesita que quitemos realmente este flagelo -este es el desafío-, sino la sociedad paraguaya va a estar envenenada por el narcotráfico y esto va a provocar un daño tremendo a las familias”.