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El capitán Enrique Piñánez, de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), y el suboficial de Infantería José González Ferreira murieron en noviembre de 2014, cuando estalló un explosivo que transportaban en el móvil. Además, resultó con heridas Juan Jara, jefe de Inteligencia de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), quien iba como chofer. Hace poco, la familia de Piñánez habló de la existencia de un supuesto cuarto hombre, lo cual ahora confirmó el fiscal Joel Cazal.
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“Sí, yo hablé con él, la Fiscalía habló con él, solo que no se hizo constar en acta para proteger su identidad”, manifestó el agente del Ministerio Público. Agregó que no se cuenta con la seguridad suficiente para proteger al testigo, a quien “quieren matar”.
“Era un agente encubierto, no podemos dar el nombre de un informante solo porque nos aprieten un poquito, entonces después quién va a querer colaborar con informaciones. Desde el momento en que vive en la zona, es blanco fácil de cualquier grupo criminal”, detalló en relación al misterioso cuarto hombre.
Con respecto a la carpeta fiscal, acotó que no puede entregar una copia a la familia, porque la esposa del capitán fallecido es la única autorizada para hacerlo. “El padre o la hermana pueden ir cuando quieran a mi oficina y yo les muestro, pero no le puedo dar una copia”, alegó.
Dijo además que muchas de las acusaciones realizadas por el general Herminio Piñánez Balmori, padre del fallecido, son falsas, por lo que es difícil precisar si vio o no un video y cuál es su contenido. “Muchas de las declaraciones que hace son muy fantasiosas”, puntualizó.
“La versión de Juan Jara dice que trataron de interceptarles y cuando él bajó para disparar no vio lo que hizo el oficial, ese es el momento en que estalla el explosivo. Nosotros con un perito nos sentamos a analizar la versión de Juan Jara y es válida. Los peritos dicen: 'Puede ser, vamos a decir que las heridas que él tenía eran superficiales y el tímpano afectado'”, relató.
“El otro se bajó para apoyar. Ellos, de lo último que se acuerdan, es lo que ocurrió cinco segundos antes, porque todo fue muy inmediato”, agregó, siempre según la versión de Juan Jara.