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Según versiones, los representantes de esta iglesia fueron trasladados por decisión de Noguera, quien es cura párroco de la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Luque.
Los manifestantes calificaron al religioso como “una persona autoritaria y agresiva”, y agregaron que el mismo amenazó a los pobladores con “fundir la capilla”, en caso de que no acaten sus decisiones.
Una de las manifestantes, que prefirió resguardar su identidad por temor “a más represalias”, contra la comunidad católica, dijo que la iglesia debió ser elevada en el 2017 a cuasi parroquia, hecho que no se concretó, por las supuestas trabas que el sacerdote Noguera habría generado.
Además, dijeron que “la relación se volvió insostenible”, entre el cura y los delegados denunciantes, por la prepotencia, constantes amenazas y desaires por parte del sacerdote. Explicaron que en varias ocasiones solicitaron audiencia con Noguera, pero no fueron recibidos.
Lamentan que desde septiembre pasado, cesaron de a poco actividades como el bautismo, la misa y celebraciones de cada domingo. También temen que más de 80 niños, en caso de continuar el conflicto, no puedan iniciar la catequesis y los jóvenes el cursillo de confirmación, por la falta de un consejo pastoral en el lugar.
Por su parte, el cura párroco Richard Noguera dijo que las acusaciones son falsas. Aseguró que el diácono Eladio Espínola fue designado para seguir oficiando la celebración los fines de semana.
“El sacerdote que era encargado de la zona fue trasladado. Ahora estamos de vacaciones e incluso ya tenemos el nuevo sacerdote que irá a la zona 4. Es mentira que pidieron hablar conmigo. Nunca lo hicieron y me están acusando de algo grave”, refirió el cura párroco.