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Luego de concluir la misa celebrada este domingo por el papa Francisco en Ñu Guasu, un gran número de gente subió al escenario. Los organizadores pidieron al público que no suba ni toque nada del retablo, aludiendo a un peligro de que el escenario colapse. Tuvieron que pedir ayuda a los policías y a los militares para impedir que sigan subiendo, según informó el periodista de ABC Color Kike Sosa.
El retablo de maíz, coco natural, zapallo, calabaza y otros frutos del campo es un símbolo de la unidad, de la fraternidad y la revalorización de la cultura guaraní. El artista ignaciano Koki Ruiz hizo una obra de arte que une la historia del pasado con el presente. Ruiz empezó a trabajar el lunes 27 de abril pasado en el teatro El Molino de San Ignacio: diseñó el retablo, compró las semillas para el adorno y los artesanos empezaron el trabajo intenso desde el alba hasta el anochecer. La obra fue trasladada el domingo 28 de junio pasado desde San Ignacio hasta Luque, donde se instaló en Ñu Guasu.
Para el retablo se utilizaron 32.000 espigas de maíz, más 200.000 cocos y unas 1.000 calabazas. La cantidad de las semillas ha sido muy variable, porque con el tiempo se tuvieron que ir haciendo retoques hasta el final de la obra. La cruz del retablo fue construida por el herrero Marcial León Quiroga, de Santa Rosa de las Misiones. Koki Ruiz le propuso la idea de ensamblar una cruz de hierro de 6,50 metros de alto por 4 metros de ancho y que no fuera pesado pero sí resistente. Quiroga aceptó el desafío.