Cargando...
Rosa Martínez (34), una de las invasoras del terreno, manifestó que aportaban G. 10.000 de forma semanal "para comprar bombas, para comprar combustible, para prepararnos para un eventual desalojo", informó Higinio Ruiz Díaz, corresponsal de ABC Color.
Precisó que el combustible que supuestamente iba a comprarse era para la quema de cubiertas y que el dinero también debía ser destinado a "mover papeles". El importe era percibido por los dirigentes de manzana, acotó. La mujer sostuvo que sus líderes terminaron abandonándolos y que no les informaron sobre el desalojo que se realizó esta mañana.
"Nunca dicen (los dirigentes) que es propiedad privada, siempre dicen que es terreno fiscal", agregó. Finalmente, reconoció que vivía en San Lorenzo en una precaria casa con su marido, vendedor ambulante, y sus cinco hijos, luego de que se difundieran los rumores de la invasión, y que esperaba poder obtener así un terreno propio.
Gladys Gómez, otra de las ocupantes del terreno, relató que desde hacía tres meses estaba en el sitio y ahora que los expulsan no tienen en dónde refugiarse. Reconoció que, al igual que otros, llegó desde Ñemby hasta la zona atraída por los rumores de invasión. Lamentó que nunca tuviera la oportunidad de acceder a un terreno o a una vivienda digna. "Ya me fui a asentamientos en muchas partes pero nadie me da ayuda. Vivía en un alquiler desde hace ocho años pero ahora no tengo dónde ir", aseveró.
Tras la intervención policial y abandonados por sus principales dirigentes, los invasores decidieron dejar el predio de forma pacífica, desmantelando lentamente las precarias viviendas que levantaron en la propiedad. Más temprano fue detenido el considerado como principal instigador a la invasión del terreno, el abogado Raúl Marín, quien fue remitido a la comisaría 1ª de San Lorenzo.