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Diez personas iniciaron ayer por la mañana la búsqueda de los hermanos Argüello Larrea en la zona donde fue encontrada la motocicleta en la que salieron de su casa y los celulares que estaban sin los chips ni las baterías, en tanto que el biciclo no contaba con el asiento ni la batería.
Ante la falta de informaciones sobre los jóvenes, los familiares y vecinos realizaron la incursión en Núcleo 6, que duró hasta bien entrada la noche. Los hermanos de dos integrantes del EPP siguen con paradero desconocido.
En el recorrido pudieron hallar algunas botas de lluvia viejas y otras cortadas que estaban semienterradas en un pequeño pozo; aparentemente, la excavación no es muy antigua. La desesperación por no saber nada de Rodrigo y Jhony, y en espera de poder tener algunos indicios del paradero de ambos, sus allegados realizaron la búsqueda, que terminó sin revelar nada acerca de los desaparecidos. El caso es sumamente llamativo para los pobladores de la zona.
La madre de los jóvenes, Beatriz Argüello Larrea, de 53 años, sigue sosteniendo que sus hijos no se unieron al EPP como sus hermanos Luciano y Benicio; más bien cree que se trata de una venganza. Desde el principio había sospechado que la desaparición de sus hijos tiene como trasfondo la muerte del guardia de seguridad de la estancia Santa Adelia, Fabio Duarte, que ocurrió el 7 de abril pasado.
Los hermanos de los hoy desaparecidos y que están en filas del grupo armado autodenominado EPP se atribuyeron el crimen.
Los teléfonos celulares que pertenecen a los hermanos y que fueron encontrados en una chacra yahan sido objeto de verificación por los investigadores.