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Este sábado se cumplen diez meses desde el secuestro del ganadero Félix Urbieta por parte del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), y sus familiares llevaron a cabo una conferencia de prensa este jueves para volver a pedir una prueba de vida.
“Queremos de nuevo implorar (…) una prueba de vida”, dijo Ermelinda Agüero, esposa de Urbieta, durante la conferencia de prensa llevada a cabo hoy en la estancia “San Francisco”.
Agüero destacó que “es difícil sobrellevar esta situación”, y pidió a los captores “alguna información” del estado en que se encuentra su esposo.
Además agradeció a “todas las personas de bien” que los apoyaron durante estos meses, incluyendo a familiares, vecinos y a la prensa. La esposa de Félix Urbieta no tomó preguntas de los medios de comunicación tras leer el breve comunicado.
Urbieta, de 67 años, fue secuestrado el 12 de octubre de 2016 en su estancia, “San Francisco”, ubicada a unos 15 kilómetros del centro urbano de la ciudad de Horqueta, departamento de Concepción. En un principio los captores pidieron 500.000 dólares por la liberación de Urbieta, reduciendo luego la suma a 350.000 dólares.