Cargando...
En comunicación con ABC Color, la ministra Bacigalupo confirmó que Julio Gustavo Fernández (32) finalmente sucumbió a las heridas que lo tenían convaleciente a ocho días de una "fuga de película" protagonizada por un recluso de la Penitenciaría de Coronel Oviedo.
El fallecimiento se produjo en el Hospital de Trauma de Asunción (ex Emergencias Médicas) a las 15:10 de este jueves como consecuencias de un disparo en el pulmón izquierdo.
Fernández se desempeñaba como chofer de un móvil que transportaba a Christian Domínguez, quien contaba con varios antecedentes y que estaba recluido en dicho penal por un caso de coacción sexual denunciado por su pareja. Tras una maniobra supuestamente montada para propiciar la fuga, el ahora fallecido acusó un disparo efectuado por uno de los supuestos cómplices, en su intento por ayudar a sus compañeros guardiacárceles que eran reducidos por una mujer y otro hombre.
Tras confirmar la muerte del conductor, la funcionaria del Ministerio de Justicia agregó que no se trataba de un trabajador de la penitenciaría, sino que "era un pasante irregularmente puesto en funciones por Miguel Arce Rolón", quien por entonces se desempeñaba aún como Director y luego fue destituido a raíz de este hecho. Según resolución ministerial N° 28, asumió de manera interina Jorge Hernán Resquín Pinazo, quien está a cargo de la intervención del penal.
Pocos minutos antes de llegar a destino, el 21 de enero pasado, el vehículo de la penitenciaría que llevaba a Domínguez a tribunales cambió de rumbo y se dirigió a una escribanía en la cual el reo supuestamente iba a llegar a un acuerdo amistoso con su pareja, quien había promovido la denuncia, según había relatado Artemio Vera, director de Institutos Penitenciarios del Ministerio de Justicia.
Entraron a la escribanía y fueron apretados con arma de fuego por una mujer y un cómplice. Acto seguido se produjo una balacera en la que resultó herido Fernández y se concretó la fuga. Lo increíble del caso es que el local en el que funcionaba de fachada la escribanía fue alquilado hace pocos días por una mujer identificada como Judith Flores, quien dijo que supuestamente en el lugar estaría funcionando la oficina del abogado Christian Domínguez. De acuerdo a la presunción de los investigadores, todo formaba parte de un plan para permitir que el preso escape.