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El velatorio del padre Carlos Heyn se realizará en la capilla de Betania. El domingo a las 15:00 se desarrollará la misa de sepelio en el templo parroquial Domingo Savio. Docente e historiador, el padre Heyn falleció a los 80 años en la Casa de Descanso Sacerdotal ubicada en dicha parroquia.
Desde su niñez estuvo muy unido a la congregación salesiana, por haber estudiado en instituciones educativas de seguidores de Don Bosco en su ciudad natal. Siguió sus estudios religiosos en la Argentina.
En Asunción estudió Derecho en la Universidad Nacional de Asunción. Posteriormente estudió Derecho Canónico en Roma. También realizó estudios en España y fue miembro de la Academia Paraguaya de la Historia y doctor (HC) por la Universidad Católica "Nuestra Señora de la Asunción".
En Argentina realizó sus estudios de noviciado y filosofía, en Córdoba se formó en Teología y fue ordenado sacerdote el 30 de noviembre de 1968. Se dedicó a la docencia y fue director de varios colegios salesianos, además de insertarse a la cátedra universitaria. Además, es autor de numerosos libros.
El padre José Zanardini recordó al padre Heyn como un gran compañero y un intelectual. “Estuvimos el jueves pasado en la Academia de la Historia. Él estaba bien, intervino en la conversación de manera lúcida y realmente me sorprendió la noticia hoy. Fue un hombre de gran valor pastoral, intelectual, y su fallecimiento es una pérdida para el Paraguay”, aseguró.
Recordó que el sacerdote salesiano hizo varios libros de la relación del Estado paraguayo y la Iglesia, sobre el padre Fidel Maíz y también acerca de las obras salesianas en nuestro país. Fue doctor en abogacía y profesor de Derecho Canónico.
El padre Zanardini lo recuerda como un hombre lúcido y buen compañero. Afirma que deja un ejemplo, una enseñanza a los jóvenes como ciudadano comprometido que daba ejemplo; un sacerdote que ayudó a formar varias generaciones en los diferentes colegios, en las iglesias que trabajó de párroco y como amigo.
El arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, mencionó que el padre Carlos Heyn “llegó a la meta. En la Iglesia vivió y se consagró a la congregación y a Dios. Fue un incansable evangelizador, educador, formador de sacerdotes en la Iglesia e historiador, impulsó la cultura católica desde el derecho canónico”.
El arzobispo pidió a Dios “más sacerdotes buenos, sabios y alegres para el Paraguay”, así como el fallecido. Finalmente recordó que como historiador escribió muchísimos libros, conoció la cultura del paraguayo a profundidad, se destacó por su sencillez y cariño a la gente. “Muchos sacerdotes actuales le deben su formación”, finalizó.