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El sector rural tiene mucha incidencia en el incremento de la pobreza y, el año pasado, la agricultura familiar tuvo un duro golpe, según el ministro de la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social, José Molinas. “El sésamo se convirtió en el cultivo de renta de un tiempo a esta parte y, en el 2016, llegó a su récord de bajo precio”, aseguró.
Asimismo, también factores climáticos influyeron en el aumento de los niveles de pobreza, según Molinas. “También ese año hubo una gran pérdida en la productividad de los cultivos, por el periodo alto de lluvias y poco sol”, explicó el ministro. Por otra parte, detalló que el proceso inflacionario en Argentina desembocó en el aumento del 30% en nuestras frutas y verduras, aumentando así el precio de la canasta básica familiar.
Sobre cómo se puede luchar para disminuir los niveles altos alcanzados, aseguró que hay que seguir apostando por dar prioridad máxima a esta lucha. “No podemos tolerar que compatriotas pasen hambre (…) Hay que enfatizar y fortalecer el apoyo productivo, de acuerdo a la oportunidad y componentes actitudinales de cada familia”, detalló el ministro, en los estudios de ABC Cardinal.
La pobreza afecta ya a 1.949.272 personas, es decir al 28,86% de la población del país, lo que representa un aumento de 2,3 puntos, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) 2016.