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En contacto con Cardinal, Santiviago manifestó que la grúa, cuyo brazo tiene 58 metros de altura, desde la cual se practica el salto, tuvo un desperfecto, lo que impidió que el afectado pueda ser bajado, por lo que se desplegó un operativo para su rescate, con cuerdas y polea.
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Afirmó que el joven no estuvo colgado durante 40 minutos, sino que en 20 minutos ya lograron bajarlo. “Trabajamos en medio de personas apuradas y preocupadas. Se hizo dentro de los márgenes establecidos” justificó.
Además, señaló que el joven no permaneció todo ese tiempo boca abajo, como denunciaron, ya que los sistemas incluyen amarres a la altura de la cintura que le dan libertad para adoptar otra postura mientras está suspendido.
Con respecto a que supuestamente no se permitió la entrada de policías a la fiesta, Santiviago negó tal situación, ya que dentro del predio -según aseguró- había carros de bomberos y efectivos policiales. Indicó que él mismo estuvo esa noche, pero no en el momento del accidente.
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En cuanto a las condiciones que se requieren para efectuar el salto, dijo que solo las embarazadas y los que no cumplan con los estándares de peso y altura no pueden hacerlo, por lo tanto, una persona que consumió bebidas alcohólicas sí puede. “Siempre hacemos un chequeo visual para saber si está en condiciones”, dijo.
Se defendió de las críticas por lo sucedido con la afirmación de que la víctima “no quedó con lesiones ni ningún trauma; de hecho, continuó con la fiesta”.
Finalmente, dijo que el salto bungee es una “actividad con márgenes de seguridad muy amplios” y que no hay problema en que se practique durante una fiesta donde se consume alcohol. “El único inconveniente fue esa avería, pero se subsanó y la persona está sana y salva”, expuso.