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Los jóvenes iniciaron un paro de actividades por tiempo indefinido y se instalaron en el tinglado del colegio. El director obligó a dos estudiantes a raparse la cabeza y pelarse las cejas, a modo de sanción disciplinaria. Exigimos la renuncia o la destitución del director, porque ya no estamos dispuestos a soportar la situación de abuso y de violación a los derechos humanos", sostuvo Cristian Cowan, coordinador de los estudiantes.
Según refirió, dos compañeros fueron castigados con el rapado de cabeza y extracción de cejas, por orden del director. “Estos castigos no están contemplados en el reglamento”, sostuvo el estudiante. Los jóvenes que fueron sometidos al rapado son Rolando Aguilera Cabral, del primer año, y Aníbal Maciel, del segundo año.
En el primer caso, este fue sometido al castigo porque no accedió a podar un árbol de 20 metros de altura, tarea que le fue encomendada sin que se tomen las medidas de seguridad correspondientes, y en el segundo caso, fue porque el estudiante no supo poner adecuadamente una tapa a un barril, según informaron los afectados.
Desde que llegó este director, hace un mes y medio, comenzamos a tener este tipo de problemas, indicó Cowan. González reemplazó a David Sykora al frente del Cema. Los castigos físicos (descuereo) son frecuentes, a veces por motivos injustificados, a los que se suman la violencia psicológica a través de amenazas. Es frecuente que le diga que al que no le gusta tiene las puertas abiertas para abandonar la institución, refirieron los estudiantes.
Otro hecho denunciado por los jóvenes da cuenta que quienes quedan los fines de semana en la institución muchas veces pasan hambre, porque no les dejan comida suficiente. A menudo alcanza para el día sábado, y el domingo no tenemos nada, esto ya ocurrió algunas veces, señalaron.
El colegio no tiene enfermería, pese a que existen más de 100 estudiantes en calidad de internados. “Hace unas semanas tuve un yati'i (una infección de piel) y tenía la pierna totalmente hinchada. Pedí algún medicamento y no conseguí, entonces pedí poder hacer una llamada a mis familiares, y tampoco me permitieron. El director me dijo que el jueves íbamos a salir de franco, y que si entonces todavía estaba mal podía ir junto a ellos”, refirió Arnaldo Vázquez, uno de los manifestantes.
El director de la escuela agrícola, Nelson González, admitió la aplicación de las medidas, y se defendió diciendo que existe mucha indisciplina entre los estudiantes, una situación que se viene arrastrando desde hace tiempo y que solamente trató de imponer disciplina.
Reconoció que pelar la cabeza y las cejas no está contemplado en el reglamento, pero defendió su decisión al señalar que él les propuso esos castigos a cambio de hacerles firmar el libro de disciplina ante su reiterada llegada tardía después del franco. "Para no perjudicarles haciéndoles firmar el libro de disciplina les propuse que elijan y ellos decidieron", justificó.
González, cuya destitución es reclamada por los estudiantes, dijo que se reuniría con sus superiores y luego decidiría si renuncia o no al cargo.
Ayer en horas de la mañana se realizó una reunión en el tinglado de la escuela, donde los jóvenes se atrincheraron, de la cual participaron padres, profesores, el director del Cema y el coordinador de escuelas agrícolas de la Gobernación, Carlos Del Puerto. Este último pidió calma y tiempo a los estudiantes para plantear la situación a sus superiores, y a más tardar para hoy (martes) tener una respuesta.
El Cema es una escuela agrícola propiedad del Ministerio de Agricultura, pero que depende administrativamente de la Gobernación de Itapúa. El curso dura dos años y pueden ingresar estudiantes con el secundario concluido. Se reciben de técnicos en máquinarias agrícolas. El colegio tiene un régimen de internado y asisten un total de 105 estudiantes entre los dos cursos.
La totalidad de estudiantes de los dos cursos resolvieron mantener la medida de fuerza hasta que las autoridades del colegio tomen una determinación y destituyan al director.