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Es en la causa donde se la investiga por estafa y lesión de confianza, por supuestamente haber fraguado una licitacion para refaccionar el local de la embajada en el citado país vecino.
Vergara no justificó su incomparecencia en las dos ocasiones, por lo que la fiscala Aghemo analiza si ordena su presencia para la indagatoria por medio de la fuerza pública. La primera convocatoria fue el 29 de abril, y luego el 20 de junio.
La exembajadora ya recusó al fiscal René Fernández, por supuesta “parcialidad manifiesta”, con la finalidad de trabar la investigación.
También estaría involucrado el funcionario de la Cancillería Juan Andrés Cáceres, director general de administración y finanza, quien ya declaró en carácter de indagatoria, audiencia que se realiza previamente a una imputación penal.
De acuerdo a la denuncia presentada por la propia Cancillería, entre abril de 2011 y setiembre de 2012, Vergara habría “cocinado” la adjudicación a la empresa uruguaya “Ing. Castillo & Lazogué Arquitectura”, del arquitecto Marcelo Castillo y Rubén Lazogué, creada sal solo efecto de realizar la refacción y reparación de la sede diplomática paraguaya ubicada en un edificio histórico de Montevideo, Uruguay, propiedad del Estado paraguayo.
La empresa en cuestión “ganó” la licitación a otras dos, por la suma de US$ 527.931. Sin embargo, las otras oferentes “Este Construcciones” (cuyo ofrecimiento fue de US$ 710.000) y “Casa Cerrada” (US$ 625.100), ni siquiera existirían.
La exembajadora Vergara, inclusive, dio el adelanto del 50% (US$ 250.000) sin la firma de contrato. La sede de la embajada, tras los primeros trabajos de “refacción”, está arruinada y deshabitada, por lo que la oficina se mudó a otro edificio y el Estado paraguayo ya pagó por el alquiler unos US$ 362.000.