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“Fueron años muy difíciles para todos. Nosotros muy pocos nos manifestamos, primero porque nos afecta mucho, cuesta tomar iniciativas y pedimos que se aclare qué pasó. Nosotros sabemos que los policías entraron para hacer su trabajo y salieron muertos”, dijo Meza a ABC Cardinal, con la voz quebrada por el dolor de recordar.
Contó que en el comienzo del proceso asistía al desarrollo del juicio, pero luego dejó de hacerlo. “Era como volver a vivir en ese juicio, entonces dejé de asistir. Leí algo después (en los medios) pero hace muy mal. Es muy difícil (...) No vale la pena de repente estar ahí, escuchar; duele mucho”.
Se refirió a la hipótesis de los abogados de la defensa y expuso que cuesta mucho creer que fue un tiroteo entre policías. “Imagínese usted que entre propios camaradas se hayan disparado. Mi marido amaba su trabajo, su uniforme, y eso duele mucho”. Tras lo ocurrido, aseguró haber hablado con varios agentes de fuerzas especiales, quienes le manifestaron que se notaba la presencia de personas preparadas y apuntando a los policías. “Ellos no hicieron ese disparo (el primero), fue una emboscada prácticamente”.
“Lo más triste es que ellos (sus hijos) preguntan por qué le dispararon a su papá, porque no era malo. ‘¿Fue en una guerra, qué pasó?’ No quiero decirles que fueron campesinos porque nosotros también somos campesinos; cómo les hago entender eso. Les digo que se fue a trabajar, que no querían salir y le dispararon y justo le acertó a su papá. El de cuatro años esperaba que su papá se cure de sus heridas y vuelva del cielo. Todos los días que te diga eso es una tortura”, manifestó.
Esta siesta desde las 13:00 se hará la lectura del fallo contra las 11 personas acusadas de ser responsables del enfrentamiento armado en tierras de Marina Cue, Curuguaty, en junio de 2012, durante el cual fallecieron 11 campesinos y seis policías durante un operativo de desalojo.