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El fiscal estaba cenando anoche junto con su pareja en el restaurante El Bolsi, ubicado en el microcentro de Asunción, cuando cerca de la medianoche, un grupo se percató de su presencia y lo escrachó, según relataron los propios trabajadores del local.
Manifestantes que llegaron desde el Hospital Militar -donde están internados los campesinos imputados en el caso- fueron quienes iniciaron el escrache y luego se unieron algunos clientes.
Rachid se vio obligado a abandonar raudamente el lugar, sin pagar la cuenta. Al mediodía de hoy, una mujer se acercó al restaurante a pagar lo que el mismo debía, informó la gerencia en contacto con ABC Color.
El fiscal Jalil Rachid lleva adelante la investigación sobre la matanza de 11 campesinos y seis policías, ocurrida el 15 de junio de 2012 en Marina Cué, Curuguaty. La misma es cuestionada por organizaciones sociales y familiares de los campesinos que estaban detenidos por el caso.
Están imputados solamente labriegos, por homicidio doloso en grado de tentativa, asociación criminal e invasión de inmueble ajeno. También se reclama el hecho de que Rachid sea amigo de la familia Riquelme, que se reivindica las tierras donde ocurrió la masacre.
Cinco de los presos llevaron adelante una huelga de hambre por más de 50 días, en reclamo del otorgamiento de la prisión preventiva.
La medida de fuerza se levantó anoche, luego de que el Tribunal de Sentencia de Salto del Guairá haya resuelto conceder la prisión domiciliaria.
Rubén Villalba, Néstor Castro Benítez, Adalberto Castro Benítez, Arnaldo Quintana Paredes y Felipe Benítez Balmori, los presos que estaban de huelga, actualmente se encuentran en el Hospital Militar, ya que su salud fue comprometida con la medida de fuerza.