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Cabrera no pudo ocultar su miedo a pesar de estar detenido en la comisaría de Ypejhú la tarde de ayer, mientras aguardaba su tralado hasta Asunción, ya que comentó que estando recluido recibió una amenaza de muerte que sería ejecutada por el clan Acosta Marques. Según Cabrera, la advertencia provino del propio Vilmar Acosta Marques, prófugo de la justicia por el doble homicidio y quien fuera su patrón, considerando que Cabrera fue nombrado funcionario de la Comuna de Ypejhú como chofer del entonces intendente.
Cabrera dijo que no se escondió de la Policía, sino de los sanguinarios sicarios brasileños al servicio de los Acosta Marques. "Aparte de los familiares que fueron los responsables del doble crimen, me mandó amenazar, me avisaron mis familiares y tuve que buscar un escondite seguro", señaló. El hombre confesó ser uno de los autores materiales, aunque aparecía solo como cómplice, ya que a su nombre se habían activado la mayoría de los chips que utilizaban los tres principales involucrados.