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La escalinata del Barrio San Jerónimo relata la historia del barrio y la cercanía del río Paraguay, evocando a los arroyos Jardín y Jaén, y a la loma con sus coloridas casas.
Al respecto, la profesora Diana Sekatcheff, restauradora y maestra en la escuela de Bellas Artes, explicó que, conforme a lo establecido en la ley de la restauración, se buscó que esta obra quedara en las mismas condiciones que la original. "Por ello, se realzó la obra inicial y se hicieron los trabajos preventivos para su conservación", dijo.
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Las tareas consistieron en la reconstrucción de las piezas faltantes, con teselas originales rescatadas en partes por una ciudadana del barrio, la sanitación y posterior ubicación, tal cual formaban parte de la composición, según los registros fotográficos de la inauguración en 2015.
También se aplicó pastina en los intersticios entre teselas, nivelación y verificación de la textura obtenida, así como la limpieza y acabado general y finalmente, la aplicación de resina para la protección.
Diana expresó que la escalinata "es una joya" que los vecinos del barrio deben cuidar, porque es un patrimonio que atrae a visitantes, lo cual redunda en beneficios económicos para la comunidad, a partir de las oportunidades que ofrece”.
La experta recomienda el "empoderamiento" de los vecinos del barrio, de modo que preserven la obra y aprecien este bien público. Para el efecto, sugirió la conformación de una comisión encargada del mantenimiento de la escalinata.