EPP alienta y celebra muertes

El grupo criminal EPP celebró los recientes asesinatos de dos colonos brasileños en el departamento de Alto Paraná e incluso alentó a campesinos a que continúen “resistiendo”, los supuestos atropellos contra los mismos.

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Fuentes oficiales de inteligencia a las que accedió ABC Color, confirman que el grupo criminal se expidió a través de un pronunciamiento, sobre los asesinatos de Alex Socoliski De Oliveira y Julio César Nunez Do Santos, ambos de nacionalidad brasileña. Estos crímenes que ocurrieron entre el 28 y el 31 de octubre, con una distancia de 40 kilómetro sentre uno y otro en el distrito de Itakyry, departamento de Alto Paraná,

“Desde el EPP alentamos y felicitamos al pueblo campesino por oponerse a los latifundistas brasileños de otros países y nacionales. Las noticias dicen que unos 10 hombres y mujeres armados y vestidos de uniforme para para i han procedido a ajusticiar a quienes se han apropiado por la fuerza de sus tierras y andaban fumigando con mortíferos agrotóxicos”, expresa parte del documento más reciente difundido este miércoles.

El grupo criminal se jacta de las muertes de colonos e insta a que los campesinos continúen con la lucha armada “e imiten la disciplina del EPP para este fin“, especialmente en comunidades de Alto Paraná y Caaguazú, como en otras zonas del país.

La difusión coincide con la hipótesis tanto de la Policía como de la Coordinadora Agrícola del Paraguay de un presunto vínculo entre el grupo criminal y los presuntos responsables de los crímenes. El ingeniero Hermes Aquino de  la Coordinadora Regional Agrícola de Caaguazú, calificó de actos terroristas a ambos homicidios y que estarían ligados a una campaña de desestabilización en el campo.

Esta hipótesis adquiere mayor fuerza, teniendo en cuenta que el día anterior al primer homicidio, el 27 de octubre el EPP emite otro pronunciamiento sobre un encuentro “con una comunidad campesina del norte del país, que estaba siendo humillada, ultrajada por el sojero brasileño Tranquilo Favero, ocasión en que el grupo se ofreció como su “defensa”.

Según el pronunciamiento, la comunidad pidió a su vez que se apliquen las leyes revolucionarias contra Favero. Ambos asesinatos ocurrieron en el departamento de Alto Paraná, en una zona casi limítrofe con Canindeyú como de Coronel Oviedo, zonas de constante conflicto por la tenencia de la tierra.

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