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El encuentro se llevó a cabo en el hotel bioparque Yrupe y el taller estuvo a cargo de la paisajista Mariel Romero. El objetivo es que los horticultores aprendan a integrar las flores con las hortalizas desde la huerta o el jardín y utilizarlas en la cocina.
El tema central de la disertación fue “jardines comestibles”. Romero explicó que “lo primero es aprender a identificar las flores que pueden utilizarse en la cocina y con qué hortalizas pueden ser utilizadas. El siguiente paso es aprender a cultivarlas, ya que deben ser 100% naturales, sin agrotóxicos”, expresó.
Romero mencionó que las flores ayudan al crecimiento saludable de las hortalizas, ya que ahuyentan a los insectos y sirven como polinizadores.
En Paraguay existen 55 especies de flores comestibles; se pueden utilizar en ensaladas y cócteles, entre otros. La paisajista recordó que solo se utiliza los pétalos de las flores y que también existen flores tóxicas, por lo que es indispensable identificarlas.
Entre las especies comestibles se encuentran los pensamientos, las clavelinas, las alegrías, las violetas y las albahacas, expresó Romero durante la charla.
Romero dijo que el uso de flores en la cocina es inusual en nuestro país, por la falta de conocimiento, y mencionó que existen flores con gusto “picantón” que pueden reemplazar, por ejemplo, a un condimento.
Por último, instó a utilizar las flores en la cocina cotidiana de manera que en el jardín se generen productos para la mesa.