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Algunos de los carteles elaborados llevaban como lema: “Padre Silvestre, no estás solo”, como forma de protesta a la acusación y detención del sacerdote por supuesto hecho de coacción sexual contra de Alexandra Torres.
Una de las vecinas, Natividad Centurión, secretaria de la casa parroquial por más de 20 años, en compañía de Deisy Galeano y Ángela Fernández, también funcionarias de la secretaría, aseguraron que la joven Torres miente y es manipulada por terceros, pero alegan desconocer los intereses y a los manipuladores.
También manifestaron que el sacerdote Silvestre Olmedo era candidato a ser obispo y que toda esta situación fue planeada para evitar el ascenso, por lo que solicitaron la investigación objetiva del caso. “Detrás de esto existen otros intereses. Era costumbre del sacerdote saludar a todos con un abrazo y un beso en la frente. Alexandra miente y es manipulada”, aseguraron las mujeres.
Las pobladoras explicaron que la jueza Elsa Idoyaga llamaba insistentemente a los agentes policiales ordenando el arresto y traslado del presbítero mientras este se encontraba internado días atrás en un centro asistencial por un pico de presión.
Al término de la eucaristía, fueron sumándose más personas, en su mayoría vestidas de blanco en señal de justicia y con velas encendidas en mano, para la noche de oración.
Por otro lado, los feligreses aseguraron que la joven Alexandra, luego de no tener nada, recientemente adquirió un automóvil de la marca Toyota y realizó varios viajes por el interior del país. “Ella hacía polladas para estudiar, no tenía nada, y hoy, a pesar de su supuesta indignación, viaja por todos lados. Su próximo destino es Brasil”, explicaron los presentes.