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En la fotografía tomada esta mañana en la vereda del Ministerio de Salud se ve a los informáticos Orlando Semidei y Andrés Giménez, contratados en el Plan Antidengue, con su minitienda de venta de comidas. La situación agobia a los funcionarios del proyecto, ya que ellos, además de no tener beneficios contemplados en ley como aguinaldo y seguro médico, no perciben sus salarios al día.
Señalaron que varios de sus compañeros ya no tienen ni para pagar el pasaje para ir a trabajar, entonces instalaron un puesto de venta de comida que les permite recaudar fondos y ayudarlos.
El Plan Antidengue costó al país US$ 18 millones durante el Gobierno de Horacio Cartes y su objetivo era prevenir la epidemia del dengue, con políticas de tratamiento de basura, ordenamiento ambiental mediante tareas interinstitucionales, pero transformaron el programa en agencia de empleos de familiares y amigos de los jefes de Salud. Para combatir el dengue contrataron guardias de seguridad, electrónicos, analistas de sistemas, compraron relojes biométricos por US$ 1 millón, software para digitalizar legajos, papel higiénico, jabón de coco, etc.
La fiscalía abrió una investigación del caso y al exadministrador del proyecto Sergio Forte. Sin embargo, el exministro de Salud y senador electo Antonio Barrios, así como Cecilia Ugaz representante del PNUD, no están investigados, cuando ambos son los principales responsables porque son firmantes del proyecto.
Unos 800 contratados se benefician con salarios pagados con dinero de los contribuyentes y, ahora que termina el proyecto, ya se está hablando de ingresarlos como funcionarios del Ministerio.