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En la noche del viernes y madrugada de este sábado se realizó la inspección de varios locales nocturnos por una comitiva integrada por los fiscales de la Unidad de Seguridad y Convivencia de las Personas, Emilio Fúster y Christian Bernal, y la fiscal de la Niñez y Adolescencia, Mirtha López, llegaron a varios locales nocturnos.
En el paseo Vía Bella, donde se llevaba a cabo una fiesta del Colegio Monseñor Lasagna, se constató que habían menores a quienes se les estaba vendiendo bebidas alcohólicas.
Por eso los fiscales decidieron imputar al dueño del local Guillermo Fraga. Del lugar se requisaron bebidas alcohólicas por un valor aproximado a G. 50 millones.
“Lo más grave de todo esto es que en esta fiesta de colegio, los propios padres estaban en las cantinas, y eran ellos los que administraban la venta de las bebidas alcohólicas” señaló el fiscal Christian Bernal.
El fiscal Fúster adelantó que estos padres serán citados en el marco de la causa que se inicia. En cuanto a las bebidas alcohólicas incautadas, señaló que serán destruidas en los próximos días por orden de un juez.
Fraga, fue imputado por los hechos punibles de Infracción a la Ley 1642/00, que Prohíbe la venta y el expendio de bebidas alcohólicas a menores de edad.
La comitiva también también llegó hasta la discoteca Glam, ubicada sobre las calles San Martín casi Agustín Barrios, donde tras una verificación completa del lugar no fue hallada ninguna irregularidad.
Seguidamente, fue inspeccionada la discoteca Coyote, que se encuentra en Sucre y San Martín. En este lugar tampoco se encontró nada fuera de lo normal. Posteriormente, la comitiva llegó hasta el Paseo Carmelitas, específicamente al local denominado Kilkenny, en el cual todo estaba en orden.