Empresa de transporte minimiza problemas

Un bus de la empresa de transporte La Encarnacena quedó varado por horas en la tarde del domingo, inconveniente que produjo que una señora cayera desmayada. La empresa minimiza el hecho, al que considera “ocasional”.

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Un colectivo de La Encarnacena había salido desde Encarnación con destino a Asunción al mediodía del domingo 5 de enero. Sin embargo, el vehículo quedó varado en la ciudad de San Roque González de Santa Cruz, a 90 kilómetros de la capital.

Los pasajeros consultaron los motivos del inconveniente, lo cual nunca les fue comunicado, según reclamaron. Entre ellos viajaba la señora Nidia Pedotti de Zaracho (76), operada del corazón, que cayó desmayada.

ABC Color contactó este lunes con Rubén Parquet, gerente de la empresa de transporte, quien prefirió minimizar la situación, a la cual calificó de “ocasional”.

“El ómnibus llegó de Buenos Aires, cambió de conductor, se hizo el mantenimiento preventivo, se hizo el trabajo… pero es una máquina que puede –en cualquier momento– tener ciertos inconvenientes”, aseguró el empresario.

Parquet dijo que el problema tuvo relación con el acondicionador de aire del vehículo – que actualmente se encuentra en reparación– y agregó que la situación le genera a la empresa un perjuicio que “no le interesa”. “No es un vehículo que ponemos para que vaya a descomponerse. Ocurrió casualmente. Ahora se está tratando en un taller para que esto no vuelva a ocurrir”, aseguró.

En cuanto a las medidas que tomaron en el momento del desmayo de la pasajera de 76 años, Nidia Pedotti de Zaracho, señaló que no fue necesario porque fue un problema “que se superó”.”Después ya no tuvimos nada, nadie hizo ningún reclamo acá. Eso escapa de nosotros, si no nos presentan o avisa o dejan su teléfono para ver…”.

Tras darse a conocer el hecho, el mismo fue debatido en las distintas redes sociales. Muchos de los usuarios reclamaron que tuvieron la oportunidad de viajar utilizando el mismo servicio con calor húmedo y sin aire acondicionado. Entre ellos, la ciudadana Patricia Rolón expresó: “El baño olía asqueroso; el chofer no dejó que los pasajeros bajaran en Villa Florida, por lo tanto estábamos son comer sin agua, sin aire acondicionado. Luego de que se arregló vino la lluvia y viajábamos con las ventanas abiertas. Un verdadero caos”, refirió.

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