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“¿Qué implica esta ley que tiene que ser aprobada por la otra Cámara? Vamos a tener más recursos, cierto. Ahora bien, tenemos que ver de dónde vamos a quitar estos recursos. Lo siguiente es que cuando se declara una epidemia, así como declararon desde el Congreso Nacional, los sanatorios privados no brindan servicios a sus asegurados, cortan la provisión de estudios, todo debe pagar el asegurado y eso es una carga para el sector público”, explicó el ministro de Salud.
“Nosotros estamos de acuerdo con que probablemente vamos a necesitar más recursos, pero respecto a la emisión de la emergencia o alerta nacional, nosotros tenemos criterios epidemiológicos a los cuales aún no han llegado”, remarcó, reprochando que para el ministerio aún no se llegó a una “epidemia” de dengue.
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“Sabés que un hemograma o un análisis de sangre sale caro en el privado (y la declaración de epidemia) corta (los servicios) en el sentido que los asegurados (privados) deben abonar por el servicio”, expresó.
Si bien el título del texto aprobado ayer en Senado declara estado de "emergencia sanitaria", en el artículo 1º especifica que la declaración es ante la "epidemia de dengue".
“Nosotros somos los que tenemos que emitir la alerta, que al tener los números y al tener epidemiológicamente que estamos en 'epidemia nacional', solicitamos la ampliación presupuestaria para usar recursos de emergencia, pero a nosotros nadie nos llamó”, se quejó el ministro, a la vez de cuestionar a la senadora Desirée Masi, proyectista de la ley aprobada ayer en la Cámara Alta.
“Agradezco el interés de la senadora Masi detrás de una computadora para ayudarnos siempre, pero tenemos que trabajar de manera coordinada, tenemos que sentarnos a acordar políticas públicas”, afirmó en ABC Cardinal.
No solo apuntó contra la legisladora, sino también recordó a intendentes irresponsables que ni siquiera se presentaron a la reunión que convocó Salud junto con la Seam, donde emitieron la “alerta por dispersión de dengue” en los municipios metropolitanos.
“Yo, en ese momento, me di cuenta que estábamos luchando no solo contra el maldito mosquito, sino contra quienes no hacen su trabajo”, expresó. Insistió en que no están ocultando datos para minimizar la situación, dado que eso sería contraproducente para ellos mismos.
Recordó que en lo que va del año ya llevan entre 25.000 y 35.000 notificaciones de casos febriles y se confirmaron 1.554 de dengue y 3.000 están en estudio solo en esta zona del país (Asunción y Central), además de la circulación de zika y chikunguña.
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Tras en el sobrevuelo que realizaron ayer en Asunción, afirman que la situación es peor de lo que se ve desde tierra, puesto que ahora la gente ya no tira sus cubiertas y chatarras en las calles, sino que las ubican sobre sus techos.
