Vendedores de hierbas medicinales de Paraguay pidieron el sábado una ley que proteja el tereré, la tradicional bebida de yerba mate con agua fría que es uno de los símbolos de identidad del país, como un patrimonio nacional, y la blinde contra los intentos de patentarla o privatizarla.
El pedido se elevó el sábado en el marco de la celebración del Festival del Tereré, que reunió diferentes representaciones del folclore paraguayo y degustaciones de hierbas en el popular Mercado 4 de Asunción.
Durante el festejo, los vendedores lanzaron la campaña “Recuperemos nuestra soberanía: el tereré es paraguayo”, en respuesta a la patente de la infusión nacional de Paraguay que registró una empresa brasileña.
La campaña persigue la aprobación de una ley que garantice el carácter de bien público y prohíba la posibilidad de patentar o privatizar tanto el tereré como el pohâ ñana, como se conoce a los remedios yuyos o hierbas curativas que forman parte de la medicina tradicional de Paraguay.
Además los vendedores expusieron un proyecto de mejoramiento del Paseo de los Yuyos, la calle del Mercado 4 en la que se concentran los puestos de venta de hierbas, y solicitaron que se incluya dentro del plan de renovación y modernización de este mercado.
En la ocasión también se presentó la aplicación para teléfonos móviles Poha Ñemuha, que permite al usuario localizar los diferentes puntos de venta callejera de hierbas medicinales, y conocer sus propiedades.
Paraguay celebró el pasado 27 de febrero el Día Nacional del tereré, declarado así por el Congreso oficialmente en 2011 para honrar al brebaje.
El país exporta anualmente cerca de 500 toneladas de yerba mate, el componente base del tereré, principalmente a países de la región, como Uruguay, el mayor consumidor de esta infusión en el mundo, o a lugares más remotos como Siria, donde es popular el consumo del “ mate sirio ” .
Algunas versiones apuntan a que la yerba mate ya era consumida por los indígenas guaraníes de Paraguay y algunas zonas de Brasil, y que recibe su nombre popular de la palabra guaraní “mati”, que significa “calabaza” y hace referencia al recipiente donde se colocaba la yerba.