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El domingo 25 de enero, el grupo criminal envió una nota pidiendo que termine la deforestación que supuestamente Cristhian Domínguez, propietario de “La Gringa”, viene realizando sistemáticamente. Por ello, el grupo criminal solicitó que se planten especies nativas como mango, aguacate, naranja, pomelo y guayaba.
También exigieron la entrega de víveres por US$ 300.000, además de más de 60 cabezas de ganado, a ser distribuidos en cuatro barrios de Concepción y dos de Asunción. Las comunidades que -según la nota extorsiva- deben recibir la "gentileza" del EPP son Calaverita, cuyo líderes habían adelantado que lo aceptarían. Asimismo, San Francisco, Arroyito, Kurusu de Hierro, Chacarita y Pelopincho. Además de atacar la estancia y chantajear a las víctimas, el grupo de criminales dio un plazo para que se cumplan sus caprichos. El periodo otorgado vence justamente hoy.
Luego del atentado del 25 de enero, el 30 de enero en las narices de la Fuerza Tarea Conjunta, el EPP ingresó nuevamente a la estancia “La Gringa”, recordando el plazo que habían dado a los propietarios del establecimiento. El EPP reafirmó el plazo para “pagar la multa” por delito ambiental; caso contrario, amenazaron con más asaltos a la estancia ubicada en Azotey. La familia Domínguez adelantó que no cumplirá con las exigencias de los delincuentes.
En diciembre del año pasado, integrantes del grupo criminal ya habían ingresado a dicha estancia, donde realizaron varios disparos y robaron una gran cantidad de alimentos. Posteriormente, dejaron una nota similar a la entregada al joven Arlan Fick al momento de su liberación, el pasado 25 de diciembre. En el panfleto se lee: “Atención, atención, el EPP prohíbe el cultivo de soja, maíz y otros productos que requieran el uso de agrotóxicos por ser altamente dañinos para la salud humana. Quien sea sorprendido cultivando soja y maíz transgénico sera fusilado”.
También en la misma zona fue secuestrada y asesinada la pareja de alemanes conformada por Robert Natto y Érika Reisser, el 29 de enero pasado. En una nota hallada al lado de los cuerpos, una vez más quedó demostrado que el EPP planeaba un secuestro, que se sumaría al del suboficial de policía Edelio Morínigo, quien sigue en cautiverio.