Cargando...
La familia Ferrer es una de las pocas que aún mantienen viva la costumbre de llegar junto a la Virgen de Caacupé en el “rancho que camina”.
Anteriormente, los devotos recurrían a este sistema de transporte, tirado por bueyes, para pagar sus promesas desde distintos puntos del país.
La caravana esta vez es encabezada por Nancy Ferrer, de 24 años, quien se decidió a peregrinar con las carretas, aun con cinco meses de embarazo.
La joven madre contó que se trata de una tradición que data de 1870 y que permaneció durante generaciones.
En un breve descanso, en Ypacaraí, conversó con ABC Color y relató que esta vez no pretenden pagar promesa alguna, sino simplemente mantener viva la costumbre familiar.
Albino Vera Ferrer, otro integrante de la caravana, recordó que anteriormente el grupo estaba compuesto por hasta 60 carretas.
Esta vez, la caravana está integrada por seis vehículos tirados por bueyes, según reportó la periodista de ABC Gabriela González Escalada.
La tradicional familia salió de Guarambaré a las 17:00 de ayer y prevé llegar a la basílica tras 12 horas más de trayecto.