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En materiales sucesivos, ABC Color destapó los cuantiosos beneficios salariales a favor de un selecto grupo de funcionarios públicos repartidos en varios poderes del Estado. El ejemplo elocuente de esta inequidad salarial se observa en el Poder Legislativo, cuyos funcionarios gozan de cinco aguinaldos al año, uno legal más otros cuatro, que se suman a la bonificación por grado académico y antigüedad en el cargo, que inciden notablemente en el déficit presupuestario que aumenta cada año.
Es por ello que el titular del Congreso, Blas Llano, anunció que articulará los mecanismos para racionalizar los recursos públicos. La reacción de la parte “afectada” no se hizo esperar: desde ayer, sindicalistas intentaron interrumpir una reunión donde se trató la posibilidad de eliminar 4 aguinaldos, para de esta manera ahorrar aproximadamente US$ 1.100.000 en los meses de setiembre y octubre. Ante la firmeza de la postura en la directiva del Poder Legislativo, el principal sindicato evalúa la posibilidad de un paro de actividades, no sin antes agotar las instancias diplomáticas.
En el otro extremo de esta situación se encuentra el ciudadano común, que difícilmente alcanzará las remuneraciones mencionadas y si lo hace será a base del sacrificio diario. El pueblo hace oír su repudio ante este despilfarro del dinero público que podría ser reencauzado hacia otras áreas de primera necesidad para el desarrollo del país.
La lectora Myriam Alvarenga Rivas desafió a los empleados a que realicen el paro, “pues ahí se demostrará lo que realmente hacían y se verá si es de provecho, cosa que no creo”.
En tanto que Ramón Silva sostuvo que también tiene que prestarse especial atención a los viajes realizados por los parlamentarios, muchos de ellos improductivos. “Sería interesante que si no quieren trabajar, que dejen los cargos y nombrar nuevos funcionarios que hay muchos que quieren trabajar con un solo aguinaldo al año, son grupos que no tienen compasión por los que ganan sueldo mínimo y no pueden protestar por tener como única entrada para mantener a su familia”.
A su turno, Pedro Cristaldo cree conveniente que también se eliminen los gastos reservados, además de los sobresueldos correspondientes a los funcionarios. César Torreani expresa que el 90% de los funcionarios del Congreso están por cupo de los parlamentarios y no hacen nada.
Desde la opinión de Javier González, “siempre se manejaron de esta forma, así es la política en este país, política es sinónimo de enriquecimiento y prebendarismo para estos buenos para nada, lejos está el ideal del bien común que todo político decente debería al menos considerar”.
La ciudadana Estela Lugo puso en duda la eficiencia de los funcionarios del Poder Legislativo, “¿en que va afectar que no vayan al trabajo? EN NADA si son todos PLANILLEROS!!!!! avísenle que una cosa es Trabajar!!!! y otra muy diferente es IR al lugar de trabajo o sea ser planilleros.
Adelaida Alcaraz realizó un paralelismo entre la realidad del funcionario del Congreso y el trabajador común, “Es tan chocante ver continuamente pedido de personal donde se destaca "TRABAJO BAJO PRESIÓN" por un magro salario mínimo o unos guaranicitos de más, con el agravante de las horas de trabajo que minimamente resulta de 10 horas para los afortunados porque en un 90% van hasta 14 horas. En contrapartida, nuestros empleaditos del estado, que van por las horas que les conviene y que si trabajan, se debe agradecer porque la mayoría son planilleros, con jugosos salarios, beneficios, aguinaldo quintuplicado”.