Cargando...
El consumo de embutidos y fiambres es cancerígeno y el de carnes rojas “probablemente” también, indicó ayer la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud.
La médica se refirió a la parte del informe en el que indica que las carnes rojas fueron clasificadas como “probablemente cancerígenas para el ser humano, sobre la base de indicaciones limitadas según las cuales su consumo produce cáncer”.
Por “carnes rojas”, el informe precisa que debe entenderse “todos los tipos de carne provenientes de tejidos musculares” de mamíferos, incluyendo la carne vacuna, porcina, ovina, equina y caprina.
Explicó que esto quiere decir que la carne –no la procesada, que es catalogada como cancerígena desde hace varios años– puede causar cáncer si acompaña a otros hábitos no saludables.
“La OMS clasifica a la carne en una categoría 2ª, es decir, hay algo limitado, pero no es concluyente de que pueda producir cáncer, puede haber otros factores que tengan que ver. Si soy gordita, consumo carne y no hago actividad física, es la combinación de varios factores que inciden para desarrollar cáncer”, explicó.
“Una alimentación balanceada, con frutas y verduras, carnes según las guías alimentarias, es decir de tres a cuatro veces por semana, es lo ideal”, comentó. El problema está en comer carne roja todos los días, no hacer ejercicios y tener otros vicios, como el alcohol o el cigarrillo.
Con respecto a las carnes procesadas, admitió que el peligro es alto y real. “La carne transformada fue clasificada como cancerígena para el ser humano, en base a indicaciones suficientes según las cuales su consumo provoca cáncer colorrectal”, indicó la IARC en su informe presentado ayer. Precisa que ello incluye “la carne transformada por salado, maduración, fermentación u otros procedimientos destinados a realzar su sabor y mejorar su conservación”.