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El festejo se inició con una emotiva misa oficiada por monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción, en la capilla del hogar, en Mariano Roque Alonso.
En su homilía Valenzuela destacó que "San José y la Virgen María vivieron su tiempo de debilidad al momento en que Jesús debía nacer, sin embargo San José se aferró a la fe, fue un hombre que creyó en la Providencia de Dios y formó su familia como el mismo Dios le había revelado. Nosotros también en el Pequeño Cottolengo, desde nuestra debilidad humana, tenemos que seguir construyendo la vida desde la fe, como lo hizo San José".
También se agradeció por medio de una placa simbólica a las personas que aquel 19 de marzo de 1988 iniciaron el sueño de dar hogar al primer residente del Pequeño Cottolengo y a los pocos días recibir a más personas necesitadas para devolverles.
El padre Omar Cadenini, director del Pequeño Cottolengo, agradeció a los presentes, “a quienes desde el corazón sienten la cercanía de nuestros chicos, voluntarios, funcionarios y benefactores que sostienen la obra por medio de la caridad ¡A todos que Dios los bendiga!”, enfatizó.
Agregó que ahora el objetivo es seguir trabajando para que las personas con discapacidad gocen de las mismas oportunidades y que esta historia de amor continúe dando testimonio de vida digna.
También la línea telefónica (021) 282-880/1 está habilitada para todas las personas de buena voluntad que quieran ayudar al Pequeño Cottolengo, donde hay bebés, niños y niñas, jóvenes y adultos, todos carenciados, sin familia y sin recursos económicos. En este hogar encuentran protección, cuidado, alimentos y medicamentos.
El albergue está ubicado sobre la Avda. Soldado Robustiano Quintana 580, de Mariano Roque Alonso.