Un día marcado por 2 muertes

El 31 de mayo de 2013 no solo quedó marcado por el cobarde asesinato de Luis Alberto Lindstron. Ese día también murió en servicio la suboficial primero Mariam Araceli Morel Jiménez (33), cuya patrullera volcó cuando se dirigía al lugar del atentado.

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Desde la comisaria de Santa Rosa del Aguaray salió una patrullera con la jefa de la división de Criminalística de la Jefatura de Policía del departamento de San Pedro, Miriam Morel, quien iba a levantar la primeras evidencias en el lugar donde una hora antes habían acabado con la vida de Luis Alberto Lindstron, pero ese viaje nunca concluyó, ya que unos 16 kilómetros antes de llegar a Tacuatí, el móvil volcó.

El terraplenado por el que circulaba la patrullera tenía un profundo bache que el conductor no pudo ver y desviarlo. La camioneta que iba a gran velocidad volcó dando varias vueltas, la agente salió despedida del habitáculo del rodado y murió sobre la ruta. Morel nunca llegó hasta el lugar donde estaba muerto Lindstron.

Luis Alberto Lindstron fue asesinado a las 9:00 aproximadamente. Se dio la voz de alarma y se movilizó a las fuerzas del orden. Se requirió la presencia de expertos en criminalística y la que más cerca estaba era la oficial Miriam Araceli Morel, una joven dedicada a su labor, quien no dudó un segundo y pidió un móvil y partió hacia el lugar del atentado.

Las ganas de hacer su trabajo de la mejor forma tal vez le jugaron una mala pasada, ya que el vehículo iba a gran velocidad para llegar lo antes posible a Tacuatí y evitar que la escena del crimen se contaminase. Pero esas ansias de llegar fueron mortales: la patrullera, que según versiones iba a más de 100 kilómetros por hora, perdió estabilidad al caer al bache y dio muchas vueltas.

Ese 31 de mayo de 2013 el EPP se cobró de forma directa la vida de Luis Alberto Lindstron y de forma indirecta la de la joven oficial Miriam Araceli Morel.

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