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Gabriela Caballero López tenía 25 años de edad cuando fue atropellada por dos vehículos al intentar cruzar la Carretera Estatal 224, en el estado de Utah, en Estados Unidos.
La mujer quedó con muerte cerebral por alrededor de cinco días hasta que el 13 de diciembre sus familiares decidieron desconectarla del respirador artificial, que mantenía latiendo su corazón.
Pese a la pérdida sufrida, la madre, Mirtha López, decidió donar los órganos, entre ellos el corazón, que cambió la vida de Allyson Gamble, una mujer residente en Salt Lake City.
La familia y algunos amigos de Gabriela viajaron a EE.UU. para conocer a la persona que recibió el "regalo de vida".
"Era una persona maravillosa y su corazón era tan grande que donó sus órganos para dar vida a otras personas", expresó Fabio Delgado, amigo de Gabby, como la conocían, en un reportaje publicado por Fox13now.com.
En una llamada telefónica, Allyson Gamble agradeció a los familiares de la joven por el sacrificio. "Estaba extremadamente enferma y ahora tengo que decir, que poder despertarme en la mañana, y despertarme por la noche para ir a ver a mi hijo joven, y poder mirar a mi marido y saber que estoy segura y que voy a poder vivir aún por años, por este regalo de la vida", manifestó.
La madre norteamericana consideró que no puede describir con palabras la importancia del regalo que recibió. "Gabriela debe haber sido una mujer increíble porque tengo un corazón que bombea fuerte y siento la sangre fluir como no sentía, y tengo una sensación de vida verdadera", expresó.
Los restos de la estudiante fallecida fueron repatriados a fines de diciembre luego del acto de solidaridad.
Gabriela Caballero López se había recibido recientemente de abogada para luego viajar a Estados Unidos como becaria por el "Programa de Intercambio Summer Work and Travel".