El Clero expresa preocupación por corrupción

SAN JUAN BAUTISTA, Misiones. El Clero de la Región Sur del país expresa preocupación por la “cultura de la corrupción”, la campaña política basada en el fanatismo y la exclusión. También por la inseguridad y la violencia.

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Obispos y sacerdotes de San Juan Bautista, Misiones, Encarnación y Carapeguá emitieron un comunicado en el que hacen un llamado a las autoridades nacionales para centrar la atención en el valor y la dignidad de la persona.

Con el lema: "Una fe que no se hace solidaria, es una fe muerta o mentirosa" (Discurso del Papa Francisco, Bañado Norte, julio 2015), sacerdotes y obispos reunidos en San Juan Bautista, Misiones diaron a conocer la preocupación de la Iglesia de esta región.

“Haciendo memoria de la reciente visita del Papa Francisco a nuestra tierra, movidos por la fe y sensibilizados por los acontecimientos que vive nuestro país, hacemos nuestra la preocupación del Santo Padre y queremos insistir en la centralidad de la persona humana en su valor y dignidad, en particular en la atención del pobre, en la defensa y cuidado de la libertad, en la promoción y en la aplicación de la justicia, como prioridades de la actividad política, social y económica del Estado”, expresa el documento de los pastores de la iglesia del sur.

Los obispos y sacerdotes se hicieron solidarios ante los sufrimientos y clamores del pueblo. El comunicado señala cuanto sigue:

“Nos preocupa la corrupción de hecho y una "cultura de la corrupción" que se viraliza en el país y en sus instituciones públicas y privadas, así como la impunidad creciente. La falta de transparencia y la deshonestidad en la administración de municipios, gobernaciones y entes públicos, requieren la labor de una contraloría también confiable. La administración de los fondos de Fonacide y los Royalties debe ser supervisada”, expresa el clero.

Y agrega: “no estamos de acuerdo con campañas políticas basadas en el fanatismo y en la exclusión”, expresa el comunicado al tiempo de manifestar que tampoco se puede callar la manipulación de los pobres y el uso de los bienes del Estado en las campañas electorales.

Los obispos y sacerdotes expresaron que la compra y venta de cédulas corrompen al ciudadano y al sistema democrático. Las persecuciones ideológicas, los hechos de violencia y los enfrentamientos entre personas y grupos sociales dañan la convivencia y deterioran la confianza social. Exhortamos a los candidatos a puestos públicos a no usar a los más pobres con falsedad. Pedimos a todos que ejerzan su derecho al voto con conciencia cívica y honestidad.

"Nos sentimos impotentes ante las carencias de la salud pública. Los insumos básicos y los medicamentos son insuficientes, el personal médico, de enfermería y de otras áreas de la salud no da abasto, la infraestructura y el equipamiento adolecen en su mantenimiento. Urgimos a que se priorice la salud y que se destine más presupuesto en este rubro fundamental", reza el escrito.

Denuncian que la inseguridad y la violencia creciente, indica un deterioro serio de la moral y de los valores humanos y cristianos de respeto a la vida, a la dignidad de las personas y a la propiedad justa.

El clero señala que la indignación y la desconfianza frente a las fuerzas de seguridad nacionales agrava el sentimiento y la realidad de indefensión.

“Exhortamos a todos a cuidar la vida, a actuar con respeto, a promover las relaciones pacíficas, a defender sin violencia innecesaria, a no dejarnos llevar por los arrebatos de la pasión y el deseo de venganza”.

“Actuemos con prudencia y no sustituyamos la justicia por la mutua agresión. Pedimos que las fuerzas de seguridad cumplan su labor de tal forma que se restituya la confiabilidad en ellas. Cuidemos en nuestras familias y en nuestros vecindarios que la educación cívica y en valores se difunda. Atendamos a las zonas y grupos vulnerables para que no devengan en generar personas al margen de la ley. Sepamos corregir y poner límites con educación y con justicia. Cuidemos la vida de nuestra sociedad y defendamos la ley”, expresa el comunicado.

Los pastores de la iglesia de la región sur del país acompañan el reclamo justo de los estudiantes del nivel medio, que exigen una educación de calidad, y el del los estudiantes de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), que piden por la transparencia en el uso de los bienes y recursos de los organismos públicos y por una formación profesional más cualificada.

“Observamos una juventud paraguaya que hace suya las palabras que el Papa Francisco dirigió a los jóvenes en la Costanera: "hagan lío, pero sepan organizar y solucionar el lío que hacen". Los jóvenes nos muestran que se puede exigir y corregir lo torcido”.

Alentamos que sea el diálogo, como elemento clave de toda relación, el instrumento fuerte al lado de la justicia. Bien pudo la indignación propiciar algunos juicios generalizados en ciertos casos, insistimos en que se busque la justicia con imparcialidad así como con seriedad y vehemencia. Instamos a que, sin dejar de cuidar la gestión transparente de las autoridades y de los funcionarios de la universidad, se logre recuperar la normalidad de la formación, atendiendo a los estudiantes y entre ellos especialmente a aquellos, que con mucho esfuerzo buscan avanzar en sus estudios.

La contaminación y la deforestación sin control requieren medidas urgentes. Nos preocupan las reservas naturales de San Rafael, Cerro León, Chaco, los humedales de Ñeembucú, entre otras. Solicitamos a los organismos responsables a intervenir eficazmente y con rapidez para prevenir el grave daño ecológico y sus consecuencias.

A los pastores de la Iglesia de Misiones, Ñeembucú, Encarnación y Carapegua les preocupa además la postergación reiterada del juicio oral y público de los campesinos detenidos por la masacre en Curuguaty. Exhotaron al respeto de los derechos de los acusados y pedimos al Poder Judicial que tome las medidas para no prolongar esta situación en forma indefinida.

Apelaron además al Gobierno Nacional, en sus tres poderes, a proponer una solución justa y necesaria para los campesinos que buscan acceder a una porción de tierra.

“Todos, ciudadanos y autoridades elegidas, de cualquier credo o confesión, estamos llamados a reflexionar y a unirnos en el compromiso de atender nuestra realidad para que nuestro Paraguay ofrezca a todos un espacio y una opción de vida y trabajo dignos. Tenemos recursos, que con políticas administrativas justas, equitativas y honestas, pueden brindar el desarrollo y el bienestar que muchos se ven obligados a buscar migrando a otros países”, expresa la nota.

“Bajo el amparo de la Virgen de Caacupé, con la intercesión y el ejemplo de San Roque González de Santa Cruz, pedimos para todos, la protección y la bendición de Dios”.

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