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Cansado de las injusticias, Ramón Battaglia denunció a radio ABC Cardinal a los constructores del edificio Altagracia, ubicado en las calles Santa Teresa y Concejal Vargas, por realizar desde hace varios meses una construcción que perjudicó enormemente a su vivienda, que se encuentra pegada al edificio.
Battaglia sufrió numerosas consecuencias debido a la construcción. Su vivienda se vio afectada por derrumbes y tuvo que mudarse a vivir a otro lugar debido al gran peligro, teniendo que pagar alquiler en otro sitio, además de los impuestos normales de su casa.
El ciudadano denunció que el edificio se está construyendo sin los permisos municipales correspondientes. La obra, según el denunciante, tendría medidas judiciales y administrativas municipales que siguen vigentes. Sin embargo, los dueños las ignoran y siguen trabajando, asegura.
Por ese motivo, Battaglia tuvo que entrar a la justicia a reclamar sus derechos ante la justicia. La casa del denunciante es fácil de ubicar. En la propiedad se encuentra un cartel que dice “queremos justicia”.
El denunciante cuenta que es un terreno heredado por sus padres y la construcción le costó mucho dinero y esfuerzo. Lo que más le preocupa al ciudadano es que su familia fue expuesta a riesgos debido a que de la altura caían materiales que rompían los techos, dijo. “Me gustaría que se pongan en mi lugar. Una obra de 28 pisos que está pegada a tu casa donde no se tomaron las mínimas condiciones para protegerte. Aguantamos porque somos personas tranquilas, pero no nos quedó de otra. Estamos en juicio. No es justo para nadie tener que aguantar la prepotencia de unas personas cuando todos estamos obligados a cumplir simplemente lo que dice la ley”, reclamó el denunciante.
Battaglia contó que, para colmo, luego de que denunciara el hecho a las autoridades, el propietario del edificio lo demandó a él por perjuicios. “Mi casa está rota, yo estoy viviendo afuera y yo tengo que pagarle a él”, lamentó el médico.
El señor Julio Gustafson, propietario del edificio Altagracia, aseguró a ABC Color que su empresa se encargó de los gastos de alquiler de la familia Battaglia de un inmueble en el edificio Solei, de enero a agosto de 2011, para que se mudaran mientras se construían los linderos de su propiedad. Esto fue de mutuo acuerdo y no tuvo ningún costo para la familia Battaglia, según Gustafson. Siempre según el propietario del edificio, la familia decidió mudarse a este sitio, mientras su casa era arreglada completamente por Gustafson. Incluso, el empresario denuncia que mientras tanto, Battaglia ofrecía la venta de su vivienda seminueva (costeada por Gustafson) en un sitio de compraventa de internet.
La Municipalidad de Asunción llegó a suspender la obra como medida de urgencia, pero, según Julio Gustafson, esta suspensión no se ajusta a derecho, pues las supuestas transgresiones a la ley en la construcción no son ciertas, asegura el empresario.
Gustafson asegura que muchas de las reparaciones que realizó a la casa de los Battaglia ni siquiera tenían que ver con los daños que se registraron en las actas, pues, supuestamente, se manipularon fotografías para culpar al edificio Altagracia de daños no realizados.
Gustafson relató a ABC Color que la familia tendría una amistad con el entonces intendente Arnaldo Samaniego, por lo que lograron que muchas partes del proceso legal estuvieran a su favor.
El propietario del edificio Altagracia recalcó que la construcción cumplió con todas las medidas de seguridad. Posteriormente, la familia Battaglia demandó por daños y perjuicios por un valor mayor a 6 millones de dólares a Gustafson y Asociados y logró que se le apliquen medidas cautelares, entre ellas, la prohibición de contratar.
La inmobiliaria Altagracia lamentó que en todo este extenso proceso ha tenido que enfrentar “enormes desventajas jurídicas”. Mayores detalles del caso, que es mucho más extenso y tuvo otros incidentes y demandas de por medio, los puede ver en este enlace.