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“Estamos avanzando mucho, vamos a terminar un año antes de lo previsto. Son tres empresas las que están trabajando. Creo que en diciembre tendríamos las obras terminadas”, expresó Franco en conversación con radio ABC Cardinal este jueves.
Este tramo tiene una extensión de 113 kilómetros, de los que solo faltan 25, expresó el ingeniero. En esa longitud se plantaron unos 60.000 árboles. Franco precisó además que en J. Eulogio Estigarribia (Campo 9) se construirá un túnel debajo de la ruta, para que la circulación sobre esta sea de doble sentido.
Entre Caaguazú y el desvío a Ruta VI, Alto Paraná, se construye una carretera multicarril con diseño para velocidad de 110 km/h, con control parcial de accesos y de retornos para el cambio de sentido. La nueva calzada, paralela a la existente, tendrá siete metros de ancho, una banquina interna de un metro y otra banquina externa de dos metros y medio.
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La obra es financiada en un 57% con bonos del consorcio, que fueron adquiridos por bancos locales. Las entidades bancarias GNB Paraguay, Familiar, Sudameris Bank, Itaú Paraguay, Regional SAECA, Bancop SA, Amambay y Solar adquirieron bonos por US$ 60 millones a un plazo de 15 años y una tasa del 9% al 11,12%, conforme al plazo de las cuotas. Para garantizar la inversión, Tape Porã firmó un contrato fiduciario por el cual se transfiere la totalidad del derecho al cobro del peaje sobre el tramo concesionado de la Ruta VII a un patrimonio autónomo que será administrado por el Banco Atlas.
El consorcio Tape Porã está integrado por Conempa SA, en que el padre del anterior ministro de Obras, Ramón Jiménez Gaona, es accionista; Constructora Acaray SA, integrada por Ocho A, de Luis Pettengill, y Concremix, Rubén D. Bogarín; Tecnoedil SA, de Rolando R. Tómboly, y la firma Empredimientos y Concesiones SA, representada por el ingeniero Óscar Franco.