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El pasado 26 de abril, en horas de la noche, Luna y Aquiles, dos perros de la raza pitbull, atacaron primero a una niña de 5 años, quien fue socorrida por su madre Sandra Liliana Núñez Alegre (29). La madre levantó a la niña en su hombro y entonces también fue atacada por ambos canes.
La pareja de Sandra intentó en vano liberarla de los animales, pero los gritos de la mujer alertaron a un vecino que llegó a socorrerlos y mató a Aquiles, lo que hizo retroceder a Luna.
Dos días después, el 28 de abril, Eduardo Comesaña, propietario de ambos canes, escribió un mensaje en su cuenta de Facebook, en el que lamentaba no haber llegado a tiempo para salvar a Aquiles.
“Guardame un lugar donde te fuiste. Lamento en el alma tu partida. Espero que algún día me perdones no haber llegado a tiempo para salvarte. No sos el animal que la gente dice; te cuidé y te crié para ser uno más de la familia. Gracias por todos los juegos y los momentos que me regalaste, espero me guardes un lugar en donde estés ahora descansando”, reza el mensaje que está acompañado de fotografías del can.
Comesaña eliminó la publicación que hizo en la red social, pero la fotografía de lo escrito recorre las redes sociales.
Ayer, martes, en horas de la tarde, la joven madre sufrió la amputación de una de sus piernas. Uno de los médicos del centro asistencial dijo que los perros “prácticamente le comieron la pierna”. En horas de la noche de ayer, la mujer falleció.
El sanatorio en el que la mujer fue atendida fue allanado, pues también se sospecha negligencia médica. Uno de los directivos del centro asistencial, Abilio Obregón, salió al paso de esta versión; dijo que se le atendió muy bien y que en este tipo de caso no se trata solamente de las heridas sino de las bacterias que transmiten los animales por su saliva.