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El titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Luis Aguirre, conversó con ABC Color al respecto y dijo que el crecimiento de la cantidad de drones adquiridos y los problemas que conllevan es un tema de preocupación en todo el mundo. Varios países, como México y España, se han tomado el tiempo de regular a través de legislaciones el uso de los mismos, que son incluidos en la categoría de “aeronaves no tripuladas”.
El precio de los drones desde que se “pusieron de moda” ha disminuido violentamente. A inicios de este año se hablaba de precios de US$ 800; sin embargo, apenas seis meses después, encontramos drones desde US$ 400, tras una breve búsqueda en el popular sitio Amazon. El uso de los mencionados aparatos, que anteriormente eran usados solamente en el ámbito militar para misiones hasta con blancos humanos o en la meteorología, ha tomado notoriedad en nuestro país, especialmente entre los fanáticos de la fotografía, el audiovisual y la aviación, lo cual preocupa a algunos sectores, por dos principales razones.
Por un lado, Aguirre explicó que los drones sobrevolando en la zona de los aeropuertos constituyen un peligro para los aviones, especialmente cuando hay ascenso y descenso, ya que basta que uno de estos aparatos ingrese accidentalmente en alguna parte de la aeronave para provocar un grave accidente. Otro problema que encuentran es que al incursionar los drones en el espacio aéreo pueden distraer los radares en cierta medida, lo que a su vez dará información inexacta a los pilotos.
En otros países también han registrado casos de choque de drones contra las cabinas de los aviones. “Hay que tener en cuenta el área de seguridad aeroportuaria y eso se tiene que legislar. Es un tema que tenemos que ver”, dijo Aguirre. En Paraguay ni siquiera se cuenta con las precisiones de cuántos metros fuera de las pistas de los aeropuertos podrían estar permitidos los drones, reconoció.
Así como algunos quieren drones para dedicarse a la fotografía aérea, o bien, con fines recreativos, no se puede negar que existen personas inescrupulosas que emplearán –o que de hecho ya lo hacen– los mismos para vigilar a otros. Esto entra dentro del campo de “derecho a la privacidad”, comentó el titular de la Dinac.
Paraguay es muy claro con respecto a este derecho, que está consagrado en la propia Constitución Nacional. “Se garantizan el derecho a la protección de la intimidad, de la dignidad y de la imagen privada de las personas”, indica la segunda parte del artículo 33 de la Carta Magna, mientras que el artículo 34 indica que “todo recinto privado es inviolable”.
La presencia de los drones “es algo que se tiene que analizar, porque es inevitable que aparezca gente que quiera quitar rédito de eso”, reflexionó Aguirre. Instó finalmente a que se inicien las discusiones a nivel legislativo para contar eventualmente con una normativa.