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El caso fue comentado a ABC Color por el titular del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), Jorge Servín, quien explicó que hace al menos 15 días atrás recibieron el reporte de que dos mujeres estaban siendo castigadas por supuestamente practicar el “paje vai”,
La comunidad donde se desarrolla el episodio se denomina San Luis Tahetyi, situada en Gral. Resquín, una comunidad pequeña de 276 hectáreas, precisó Servín.
Conforme los datos a los que accedió, manifestó que las mujeres fueron torturadas por los miembros de su comunidad, por lo que el Indi y otras instituciones realizaron varias visitas a la comunidad para intentar mediar en la situación y salvaguardar la integridad de estas dos personas.
Manifestó que en la primera visita se encontraron con una comunidad muy sacudida por el hecho, y se negaron a liberar a las acusadas, quienes presentaban rastros de haber sido golpeadas.
Servín manifestó que en ese primer intento dialogaron con los líderes y les proveyeron víveres y les explicaron los alcances de la ley en estos casos, pero éstos no accedieron a negociar argumentando que esas son sus costumbres.
En otra visita, ya con acompañamiento fiscal, lograron rescatar en la tarde del sábado a la adolecente embarazada quien fue internada inmediatamente en el Hospital Regional de Santa Rosa del Aguaray.
Sin embargo, no tienen información del paradero de la mujer de nombre Adolfina de unos 45 años. “Adolfina estaría todavía en la comunidad, ellos aducen que no están ahí”, añadió y aseguró que trabajan de cerca con la líder de la comunidad para dar con el paradero de la mujer, pero hasta ahora no tienen datos.
ANTIGUA TRADICIÓN
La práctica del paje es una “cuestión muy antigua” en algunas comunidades nativas del país explica el titular del Indi, y detalla que a través de este método se hace un daño a través de un objeto a otra persona, lo que le genera un malestar físico y emocional a la persona “empayenada”.
Según la tradición, la forma de terminar con el maleficio es castigar a los responsables, sin embargo Servín acota que ni aunque se comprobara que las mujeres en cuestión hayan sido las causantes, “no se puede admitir de ninguna manera que sean golpeadas”.
Sostuvo que seguirán trabajando sobre este caso, primeramente la prioridad es hallar a la persona desaparecida y luego se verán los mecanismos para castigar a los responsables de los castigos físicos. “No es un trabajo fácil, no tenemos mucha gente, y bueno pero es el rol que tenemos”, finalizó.
CASO SIMILAR
En enero de este año se registró un caso similar, pero en la comunidad indígena Ñu Rugua, en Tacuatí, San Pedro, donde una mujer fue atada a un poste acusada de realizar un payé.
Luego de que se desatara un conflicto interno a raíz de la acusación, la mujer fue liberada, hecho que fue comunicado a la Fiscalía.