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En el audio, en que supuestamente habla Trinidad, se lo escucha hablando con el fiscal Gómez sobre el caso que implica a Castillo. El legislador, que responde al llanismo liberal, buscaba que el exintendente Castillo quede impune en un caso en el cual se lo procesó junto con Erico Agüero por un desfalco de G. 21.000 millones.
El diario Vanguardia de Ciudad del Este precisa que la conversación se había producido antes de las internas liberales de diciembre del año pasado, porque el exintendente Castillo pugnaba por la Gobernación de Alto Paraná por el equipo político de Manuel Trinidad, un cuestionado exjuez que logró un curul en la Cámara Baja en las elecciones del 22 de abril de este año.
En la conversación, Trinidad y el fiscal Gómez hablan de una serie de recusaciones. El agente justamente había sido recusado por actual intendente de Hernandarias, el colorado Rubén Rojas, alegando una “amistad manifiesta” entre el fiscal y el exintendente, pero el ex fiscal adjunto de Alto Paraná Alejo Vera lo confirmó en el caso.
En ese ínterin, durante la recusación, primeramente interinó en el caso la fiscala Estela Mary Ramírez y después de ella el fiscal Humberto Rosetti.
La conversación se da en este punto. El fiscal Gómez —que estaba esperando la confirmación de la Corte en el caso— le pidió a Trinidad que hable con Rosetti para que “calme” la investigación contra el intendente Castillo. “Le vamos a recusar a Rosetti también si crea problema”, se escucha decir a Trinidad en el audio.
Vanguardia conversó con el fiscal Gómez y respondió que Trinidad es su “amigo del fútbol” y aseguró que no habló con él sobre el caso del exintendente Castillo. Trinidad, por su parte, negó primeramente haber hablado con el agente, pero después, cuando se le habló del audio, dijo que “puede ser” que haya hablado con él.
Trinidad fue fiscal y juez de Ciudad del Este y renunció a su carrera judicial en 2014 ante una inminente destitución en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) por liberar a narcos y permitir contrabando.
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Según denuncias de gremios de abogados, Trinidad era supuestamente el encargado de llevar a los ministros de la Corte Suprema los maletines de coimas, producto de extorsión a mafiosos del contrabando, piratería y narcotráfico.
Tras su paso por la magistratura judicial, Trinidad se convirtió en dueño de empresas prestadoras de servicios en Itaipú, de lujosos vehículos y viviendas y hasta de una extensa estancia en Itapúa. El legislador desacreditó las denuncias y se declaró como “perseguido”.
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Este año, Trinidad fue elegido como reemplazante de Ulises Quintana en el JEM, pero tuvo que renunciar frente a las serias acusaciones de su pasado supuestamente corrupto, una cuestión ratificada por el senador Enrique Riera, quien recordó cómo operaba Trinidad con ministros de la Corte para tener inmunidad.
