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Marzo de 2000. Una avioneta cargada con cocaína y marihuana fue encontrada dentro del predio de la estancia “Nueva esperanza”', ubicada en la colonia Cerro Kuatia de Capitán Bado y perteneciente a una firma vinculada al empresario Horacio Cartes, que había comenzado a amasar una enorme fortuna luego de haber estado prófugo durante los últimos años de la dictadura stronista, vinculado al enorme caso de evasión de divisas. Según cuentan las crónicas de aquellos días, al percatarse de la presencia de las fuerzas del orden, el piloto huyó, dejando la aeronave y la carga abandonadas en plena pista del empresario tabacalero.
Uno de los primeros en salir a defender públicamente a Horacio Cartes fue el entonces senador y precandidato a la vicepresidencia de la República por el Partido Colorado, Diógenes Martínez. Más le valía, el empresario era uno de los que lo apoyaba económicamente en sus aspiraciones por ocupar el puesto que había quedado vacante tras el asesinato de Luis María Argaña, un año antes.
“Para mí, fue un montaje. No es creíble que una avioneta sea abandonada con droga y que el piloto desaparezca como si nada. Es decir, el piloto deja su mercadería y también su avión y justamente en la casa de un amigo mío, que me está dando su apoyo”, señalaba en declaraciones dadas a la prensa y reproducidas en la edición del 3 de marzo de 2000 del diario ABC Color.
Las fuerzas del orden señalaban como llamativo el hecho de que los narcos no incendiaran la carga y la avioneta, como habituaban hacerlo por aquellos días al verse descubiertos.
“Además, el avión supuestamente se averiaría al bajar. Minutos después, aparecen los policías con los jueces y hacen la incautación. Del piloto nunca se supo nada y, lo más curioso, tras finalizar el procedimiento, el avión despega como si nada nuevamente (…)Aquí, obviamente, hubo una intención: montar este procedimiento en la propiedad de una persona allegada mía para salpicarme”, insistía Martínez.
“De paso, se hace un procedimiento justamente un día antes de que Estados Unidos dé la certificación o la inclusión en la lista negra de Paraguay como país que no colabora con el narcotráfico. Se hizo con intenciones de amortiguar lo que se venía en ese momento como un gran golpe”, continuaba diciendo.
Tiempo después, Martínez se terminaría convirtiendo en uno de los abogados del Grupo Cartes, el enorme conglomerado de empresas que formaría Horacio Cartes y cuyo poder económico terminaría convirtiendo al empresario y dirigente deportivo en Presidente de la República. Este jueves, más de 15 años después, el “amigo” devolvió los favores al bueno de Diógenes y lo nombró Ministro de Defensa en reemplazo del General Bernardino Soto Estigarribia.
En realidad, las buenas relaciones entre Cartes y Martínez vienen incluso de varios años antes de aquel episodio y data ya de finales de los ’80. El Dr. Diógenes Martínez había pasado en los últimos años de la dictadura stronista como juez, y tras la caída de la dictadura fue designado Fiscal General del Estado.
Martínez seguía ocupando el cargo de Fiscal General del Estado cuando en 1989, tras permanecer prófugo varios años por el caso de una millonaria evasión de divisas, Horacio Cartes se presentaba ante la justicia. El empresario permaneció apenas cinco meses recluido en el penal de Tacumbú (24 de abril - 6 de octubre) y terminó siendo liberado.
Antes de presentarse a la justicia, Cartes abrió dos cuentas secretas en el banco suizo del HSBC, a las que transfirió el dinero que tenía en el National Central Bank de Nueva York y que se habría utilizado supuestamente para la millonaria evasión. A partir de ahí, Cartes se convertiría en un exitoso empresario.
Pero antes de ser uno de los abogados de su amigo, Diógenes Martínez también tuvo un largo paso por el ámbito político. Era el apoderado de Luis María Argaña durante las elecciones internas del Partido Colorado en 1992, durante las cuales el otrora ministro de la Corte Suprema de Justicia stronista ganaría en las urnas, pero una serie de trampas terminarían dando la victoria a Juan Carlos Wasmosy, apoyado por el entonces presidente de la República, Andrés Rodríguez.
Durante aquel episodio, Diógenes Martínez protagonizó uno de los llantos más recordados en la historia política reciente de nuestro país y pretendía impugnar las elecciones, algo que el mismo Argaña evitó porque no quería que la ANR llegara sin candidato a las generales de 1993. Eso sí, Argaña ya consideraba a Diógenes un traidor en ese momento.
Wasmosy terminaría eligiendo a Martínez como su canciller y en períodos posteriores llegaría a ocupar un escaño en el Senado.
Desde hace tiempo andaba desaparecido de la vida política, hasta que este lunes terminó siendo nombrado nuevo ministro de Defensa por el presidente Horacio Cartes… su amigo, su jefe, al que se le cuestionaba hace apenas algunos días su defensa de la dictadura stronista y que ahora nombra a una figura de aquellos tiempos dentro de su gabinete.
juan.lezcano@abc.com.py - @juankilezcano