¿“Vito” de plata en la Diben?

Varias fueron las irregularidades detectadas por la Contraloría en la Diben. Entre las más importantes están los criterios de asistencia a personas que supuestamente necesitan ayuda para cubrir gastos de salud. Aquí, los detalles de una investigación.

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En la Dirección de Beneficencia y Ayuda Social (Diben) se gastan unos US$ 7 millones al año y existe un “deficiente sistema de control”, según un informe de la Contraloría, que en pocas palabras expone que existe allí un “desorden administrativo”. La entidad estatal sirve para asistir económicamente o con insumos a personas de bajos recursos económicos que no estén cubiertas por algún seguro sanitario.

Sin embargo, las ayudas se darían “de acuerdo a la cara del cliente”, siendo los requisitos para poder otorgarlas poco transparentes.

La auditoría realizada por la Contraloría sobre el ejercicio 2016, dada a conocer en agosto pasado, concluye que la institución, creada en 1989, está en “riesgo alto” con una alta probabilidad de que ocurran allí “eventos no deseados” que ocasionen un “impacto negativo” en los objetivos de la institución debido al deficiente Sistema de Control Interno existente. Estos términos son usados para decir, en pocas palabras, que el ente podría funcionar como una “caja chica” para la politiquería y la prebenda sin control alguno o con controles mínimos.

Uno de los ejemplos citados por la investigación de EN360 es el de Virgilia González García, una afiliada del Partido Colorado, que fue recepcionista del ente desde setiembre de 1990 hasta enero del 2016.

En 1996, González García fue beneficiada con una resolución del Consejo de Administración de la institución, que autorizó un permiso de salud con goce de sueldo, pero nunca regresó para seguir ocupando su puesto. La mujer percibió hasta el año 2016 G. 3.315.900 mensuales, sin ir nunca a trabajar.

La Ley 1.626 de la Función Pública, en el artículo 15, dispone que los trabajadores del Estado deben ser contratados previo concurso público de oposición, una ley muerta en Diben, donde al menos ocho funcionarios trabajan sin haber pasado por ningún concurso, a través de contratos de prestación de servicios firmados con la citada institución y la Pastoral Social Arquidiocesana, que gestiona alguna de las ayudas a través de la entidad.

El director Fernando Mendoza Rojas, colorado nombrado en ese cargo ni bien asumiera Horacio Cartes en el 2013, ahora logró un aumento de sueldo de lujo que, para muchos, no le corresponde. Ahora gana G. 22.000.000.

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