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El doctor Enrique Javier Cappello, médico oftalmólogo, refiere que el glaucoma es una enfermedad que afecta la circulación del fluido ocular. "Se trata de una condición que resulta muy parecida a un lavamanos que se encuentra tapado y en donde se estanca el agua, por lo que el bloque del drenaje detiene la absorción de este líquido, lo que causa la elevación de la presión en el ojo. Esta presión y otros factores pueden afectar el nervio óptico. Este nervio está directamente conectado al cerebro, un componente principal para la vista y además sirve como un cable de teléfono. El daño al nervio óptico puede resultar en la pérdida completa de la vista", lamenta el facultativo.
El profesional señala que "el glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo y más del 13% de las personas mayores de 60 años de edad padecen esta patología. Por ello, son importantes los exámenes oculares completos para determinar si tiene esta enfermedad, en los que se incluyen: medir la presión ocular, evaluación del daño al nervio óptico y de visión periférica".
Destaca que “en la mayoría de los casos, especialmente en las etapas iniciales, no existe una indicación o síntoma, pero en la fase madura de la enfermedad los síntomas son: pérdida de la visión periférica, inhabilidad de ajustar la visión en cuartos oscuros, dificultad para enfocar objetos cercanos, apariencia de anillos en arcoiris alrededor de las luces, necesidad de cambiar la graduación de los anteojos frecuentemente”.
El doctor Cappello menciona que "en relación al tratamiento para el 80% de los casos se indican medicación y cirugía láser, que son necesarios para controlar la enfermedad. Sin embargo, si estos métodos no son efectivos se recurre al uso de implantes de drenajes del fluido acumulado por el glaucoma, la alternativa preferida. El uso de medicinas es reducido cuando se hace el implante, por ejemplo, si la persona tomaba cuatro medicinas diferentes, después del implante solamente tomará una o ninguna".