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Se trata de Carlos Ramón González Bóveda (43), suboficial principal, quien venía desempeñándose como subjefe de la Subcomisaría 17ª de la localidad de Laurel, distrito de Nueva Esperanza, distante a 100 kilómetros de Salto del Guairá.
El caso se venía manejando con mucho hermetismo, hasta que el procesado se presentó en la víspera y quedó detenido. Según el fiscal de la causa, Julio César Yegros, el crimen investigado habría ocurrido en dependencias de la sede policial donde el acusado prestaba servicios, presumiblemente con la complicidad de una tía de la menor, en cuya vivienda residía la niña.
Según los datos que maneja el investigador, la menor presumiblemente venía siendo prostituida por su tutora, y habría más personas investigadas por abuso sexual.
Yegros explicó, asimismo, que manejan la información que tanto la tía como el uniformado habrían estado buscando “solucionar” el problema, pero al no lograr dicho objetivo el uniformado se puso a disposición. De comprobarse dicho intento será tenido como agravante en el hecho investigado.
La denuncia fue formulada por la madre de la menor, con quien actualmente reside la niña embarazada, aparentemente en condiciones de pobreza extrema.
La misma habría sido entregada por la madre a su tía en carácter de criada, para poder estudiar, precisamente por las condiciones desfavorables de su familia, pero terminó siendo víctima de violencia sexual y finalmente terminó embarazada con apenas 12 años.