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Los administradores de la estancia Pindó, en Canindeyú, confirmaron que luego del atentado del sábado pasado, los ataques continuaron. El pasado miércoles 1 de abril descubrieron el robo de otras cuatro vacas valuadas en US$ 10.000 cada una. Al respecto, el jefe de policía de Canindeyú, comisario principal Héctor Rojas, salió al paso de las acusaciones de los directivos de la empresa y explicó que el robo supuestamente se produjo hacia el departamento de Alto Paraná y no en el sitio donde se perpetraron los ataques por parte de los presuntos 'sintierras' armados.
“Yo no sé qué es lo que está pasando en este tema, porque en la estancia tenemos buena presencia policial para garantizar los trabajos. No hay una información oficial, clara, en relación al supuesto robo; la información que tenemos es que los animales presuntamente robados no son de raza como ellos pretenden hacer entender”, refirió el comisario, quien resaltó que está poniendo el máximo esfuerzo para ofrecer garantías y pacificar los ánimos en esa zona.
El administrador de la estancia, Wilton Soroka, recalcó que los campesinos que constantemente invaden la estancia Pindó esconden otras intenciones ajenas a la tierra. “Acá puede haber un plan macabro; el único móvil es el robo de madera, que maneja millones de dólares”, sostuvo. Consideró que los reclamos sociales se usan como “excusas” para ocultar los intereses sobre las zonas boscosas. Soroka aclaró que los propietarios del establecimiento cuentan con todos los documentos en regla. “Tenemos todo en orden, por eso hablo con tanta seguridad", indicó.
El pasado 28 de marzo, en horas de la mañana, unos 200 supuestos campesinos sin tierra tomaron por asalto el casco principal de la estancia Pindó S.A., ubicada en la localidad de Naranjito, departamento de Canindeyú. Durante el ataque, destruyeron todo lo que encontraron a su paso, prendieron fuego a maquinaria y viviendas y, posteriormente, huyeron hacia el monte.