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El riguroso control que desde hace una semana realiza la Aduana en la estación del tren del lado argentino, ocasionó una espera de más de una hora y media esta tarde. A causa del calor, dos personas se desmayaron. El servicio aduanero colapsó y una cantidad de gente estuvo varada en el lugar.
De acuerdo con algunos compradores consultados, “la intención es que los argentinos dejen de ir en masa hacia Encarnación. Para ello, ponen poco personal en el puesto de control, las requisas son rigurosas y encima hay que abonar por las mercaderías que se trae”, denunciaron.
Según lo publicado por el diario Misiones OnLine, entre aplausos y abucheos los pasajeros del tren internacional manifestaban su malestar, y entre empujones intentaban ingresar al sitio donde hay aire acondicionado.