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Con mucho entusiasmo llegó un grupo de cuatro ciudadanos argentinos de la provincia de Santa Fe. Llegaron el viernes y retornarán el lunes a su lugar de origen. Mabel Cadopp dijo muy emocionada que nunca vivió una situación similar.
“Es la primera vez que estoy experimentando todo esto. Estoy muy feliz y más porque estoy en familia. Vine con mi hermano que está casado con una paraguaya”, dijo la visitante argentina que se hallaba almorzando con su familia cerca del cruce de Kurusú Peregrino, añadiendo que a su edad ya no pensaba vivir una experiencia como la llegada de un Pontífice.
Recorrieron alrededor de 1.300 kilómetros solamente para ver al Santo Padre. En Paraguay se les sumaron otros miembros de la familia radicados en el departamento de Itapúa.
Destacaron la efervescencia de la gente en espera del Sumo Pontífice y la gentileza de los paraguayos, agradeciendo mucho la hospitalidad que recibieron desde su llegada al país.
“Educados, solidarios… Son un pueblo muy cálido” dijo.