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Al respecto, Alejandro Brítez, cuidador del astillero Mar del Plata, comentó que el miércoles último, alrededor de las 13:00, vio que la embarcación “estaba bien”. Sin embargo, horas después, observó en el noticiero de un canal que se estaba hundiendo.
“Vine rápidamente a instalar una pequeña bomba para tratar de extraer el agua que entraba, pero era insuficiente. Luego, traje una motobomba (de mayor porte), que no me pudo arrancar, entonces llamé desesperado a mis patrones y vinieron. Mientras se buscaba una solución, el agua entró rápidamente, pero -menos mal- la embarcación se inclinó hacia la costa, aunque después se volteó hacia el río y quedó allí”, rememoró.
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Brítez explicó que los tres agujeros que había en la popa (parte posterior del barco) fueron taponados, aunque todavía hay mucha agua que debe extraerse. “Dijeron que hoy volverían para continuar los trabajos de desagote”, expresó.
El cuidador recordó que la embarcación turística se encuentra estacionada en ese lugar desde hace tres o cuatro años. Indicó que muchas cosas del restaurante fueron rescatadas, pero que las que están arriba, en los camarotes, como heladeras, televisores, camas, etc., todavía están en el barco.